El lado oscuro de la bancada Podemos Perú recluta procesados por corrupción.

Desde su debut en el Congreso en julio de 2021 con solo cinco miembros, Podemos Perú, liderado por José Luna Gálvez, ha experimentado una notable transformación. A pesar de la renuncia de Carlos Anderson en 2022, que momentáneamente disolvió la bancada, el grupo resurgió con la incorporación de Oscar Zea, exministro de Desarrollo Agrario y Riego. Hoy, con la reciente adhesión de Isabel Cortez, ex trabajadora de limpieza pública, Podemos Perú se ha consolidado como la segunda fuerza parlamentaria con 14 integrantes, igualado con Alianza para el Progreso y solo superado por Fuerza Popular.

Esta expansión le otorga a Podemos Perú un mayor poder de negociación en el Congreso, especialmente en lo que respecta a la aprobación de proyectos de ley de corte populista impulsados por Luna Gálvez, como la libre disposición de la CTS y los fondos de las AFP. Sin embargo, su influencia también se extiende a áreas más controvertidas, como la minería ilegal, donde promueven el reconocimiento de la "minería ancestral o tradicional", una propuesta que coincide con los intereses de la Confemin, organización que busca legalizar la posesión de tierras sin concesión bajo el pretexto de derechos ancestrales, y que el Banco de la Nación compre el oro ilegal sin cuestionar su origen.

Además, Podemos Perú ha propuesto que los candidatos a la presidencia sean elegidos a dedo por las dirigencias partidarias. Este movimiento ocurre mientras Daniel Urresti, su principal figura política, cumple una condena de 12 años por el asesinato del periodista Hugo Bustíos.

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No obstante, la bancada de Podemos Perú también ha estado en el centro de la polémica debido a las investigaciones fiscales que pesan sobre algunos de sus miembros. El propio Luna Gálvez enfrenta acusaciones de liderar una organización criminal y presuntos delitos de falsificación de firmas y lavado de activos. Entre los integrantes de la bancada se encuentran figuras como Guido Bellido, investigado por apología del terrorismo; Digna Calle, criticada por su prolongada ausencia del país; y Darwin Espinoza, Jorge Luis Flores Ancachi y José Arriola, señalados por el Ministerio Público como parte de "Los Niños", un grupo acusado de favorecerse con licitaciones a cambio de su apoyo al gobierno de Pedro Castillo.

Otros miembros de la bancada, como Luis Picón, han sido sentenciados por corrupción, mientras que Kira Alcarraz y Heydy Juárez enfrentan investigaciones por presuntas irregularidades en la contratación de personal y recortes salariales, respectivamente. A esta lista se suma Edgar Tello, exrepresentante de Conare, un organismo vinculado al grupo terrorista Sendero Luminoso, y también denunciado por "mochasueldos".

Ante este panorama, surge la interrogante sobre si la ciudadanía estará dispuesta a otorgarle nuevamente su voto a Podemos Perú en las elecciones de 2026. El historial de la bancada, marcado por investigaciones fiscales, acusaciones de corrupción y vínculos con actividades ilícitas, plantea serias dudas sobre su idoneidad para representar los intereses del país. Como dijo un analista político consultado para este artículo: "El electorado peruano deberá evaluar cuidadosamente si este es el tipo de liderazgo que desea para el futuro de la nación".

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