A.N.T.A.U.R.O. fuera de las elecciones por fallo que confirma la ilegalidad del partido.
- owenvalencia20
- 29 ene
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En un histórico fallo, la Corte Suprema de Perú ha declarado ilegal al partido Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O.), liderado por Antauro Humala. La Sala Civil Permanente del máximo tribunal del país confirmó la decisión de la instancia inferior, que argumentaba que la agrupación contraviene los principios democráticos del país, lo que resultará en el cierre de sus locales a nivel nacional y la pérdida de su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

El Poder Judicial hizo pública esta resolución a través de sus redes sociales, destacando que el fallo ha sido confirmado "en todos sus extremos". La corte determinó que Humala, aunque no ejerza un rol formal dentro de la estructura del partido, ha estado promoviendo actividades en conflicto con los valores democráticos, lo que ha llevado a esta decisiva acción legal. Esta decisión se enmarca dentro de una amplia crítica hacia el comportamiento del partido y su líder, quien fue condenado por la muerte de cuatro policías durante los disturbios conocidos como el 'Andahuaylazo' en 2005.
La decisión se convierte en un hito para la defensa de la democracia en Perú, y marca la primera vez que se aplica el artículo 14 de la Ley de Organizaciones Políticas, que autoriza la declaración de ilegalidad de un partido. Los especialistas en derecho electoral han coincidido en que esta sentencia prácticamente asegura que A.N.T.A.U.R.O. no podrá participar en las elecciones programadas para 2026. Aunque podría intentar presentar una demanda de amparo, los analistas consideran que es poco probable que este proceso se resuelva en los plazos necesarios, ya que la ley establece un calendario estricto para la convocatoria de los comicios.
José Manuel Villalobos, uno de los expertos en derecho electoral, subrayó que la decisión de la Corte Suprema es de ejecución inmediata: “Prácticamente está fuera de las elecciones de 2026 porque es una decisión de la máxima instancia del Poder Judicial”. Añadió que, aunque el partido podría intentar presentar un amparo, pocos serían los jueces dispuestos a contradecir fallos de dos salas de la Corte Suprema.
Por su parte, Alejandro Rospigliosi enfatizó que "estamos ante una decisión saludable y un mensaje claro a los partidos políticos: deben alinearse con la defensa de la democracia y los derechos humanos". Esta perspectiva resalta la importancia de la acción judicial, no solo como respuesta a las acciones de Humala, sino como un aviso a otros partidos que operan al margen de la ley.
En cuanto a la futura política de Humala, el debate sigue abierto. Algunos analistas se mostraron escépticos respecto a su posibilidad de postular a la senaduría u otros cargos de elección popular, como la alcaldía de Lima. Villalobos sostuvo que el JNE no permitiría su candidatura en calidad de invitado de otro partido, ya que debía haber renunciado antes del 23 de diciembre pasado.

Sin embargo, otros especialistas, como José Naupari y Rospigliosi, consideran que, dado el escenario excepcional en el que su partido ha sido cancelado sin su voluntad, podrían argumentar a favor de su elegibilidad. Naupari subrayó que "la fecha del 23 de diciembre se relacionaba con partidos inscritos, y dado que A.N.T.A.U.R.O. está siendo desactivado, esto crea un precedente".
El grupo político, a través de sus representantes, ha intentado desvincularse de las acciones de Antauro Humala, insistiendo en que “no encontramos actividades contrarias al orden democrático” en sus documentos y actividades. Sin embargo, el fiscal Hernán Mendoza argumentó que las declaraciones y promociones de Humala abrieron la puerta para su condena, estableciendo que no se condenaron sus expresiones.
La audiencia de apelación, en la que la Sala Civil Permanente escuchó tanto los argumentos de la defensa de A.N.T.A.U.R.O. como el reclamo de la Fiscalía, fue crucial para llegar a este veredicto. Mendoza enfatizó que no encontraron errores en las decisiones previas y que el partido carecía de una postura clara en oposición a los comentarios de Humala, reforzando la percepción de complicidad.
Este episodio encierra no solo la eliminación de un partido del espectro político, sino también una reflexión profunda sobre el estado de la democracia en Perú y el comportamiento de sus actores políticos, que deberán ajustarse a los principios de respeto y convivencia democrática si desean evitar la replicación de este tipo de sanciones en el futuro.

