Paro de transportistas en Callao se extiende al 4 de noviembre: empresas se suman a la protesta nacional

Este lunes 3 de noviembre, los gremios del Callao, Ventanilla, Pachacútec y Mi Perú realizaron un nuevo paro de transportistas acompañado de una marcha pacífica. La protesta fue la medida de protesta elegida por el sector para llamar la atención sobre la ola de extorsiones, asesinatos y amenazas que afecta no solo a los conductores, sino a la ciudadanía en general. Los transportistas exigen al Gobierno acciones concretas y efectivas para enfrentar la creciente inseguridad que azota al sector.

El paro contó con el respaldo de comerciantes de mercados, mototaxistas, familiares de víctimas y vecinos de la zona, lo que evidenció una solidaridad amplia entre distintos actores que comparten la preocupación por la seguridad en la vía pública y la continuidad de sus actividades económicas. En el marco de la jornada, se recordó el atentado contra un conductor ocurrido en Ventanilla y los disparos reportados en la empresa HRE Express, hechos que, según los manifestantes, ponen en tela de juicio la capacidad del Estado para garantizar la seguridad de los trabajadores del transporte.

Con miras a la jornada nacional del martes 4 de noviembre, las voces de los transportistas chalacos subrayaron la urgencia de una respuesta gubernamental contundente ante el incremento de la violencia, la extorsión y la impunidad. En la región, varias empresas informaron que se adherirán al paro nacional, señalando su compromiso con la defensa de la integridad de sus trabajadores y el derecho a desarrollar su labor en un entorno seguro.

Entre las adhesiones informadas figuran Etupsa 73, que comunicó su participación al igual que otras firmas bajo el paraguas de la unidad del sector. En sus declaraciones oficiales, la empresa expresó su solidaridad con los trabajadores y reiteró una demanda clara: que el Estado implemente medidas firmes para frenar la ola de crímenes que afecta al transporte y al conjunto de la cadena logística. El mensaje de Etupsa 73, recogido en sus comunicados, dejó claro su lema: “¡No más asesinatos, unidos contra la extorsión!”

Además, varias compañías conocida como “Los Chinos” (Etuchisa) y ETYSM El Cóndor SAC anunciaron, a través de comunicados oficiales, su adhesión al paro previsto para el martes 4 de noviembre de 2025, subrayando la necesidad de unidad, respeto y justicia ante el incremento del sicariato, la extorsión y los atentados que han puesto en riesgo la vida de conductores y pasajeros. Los empleadores recalcaron que su decisión responde a la demanda de acciones concretas por parte del gobierno para garantizar la seguridad en el transporte urbano.

A pesar del llamado a la paralización, la ATU (Autoridad de Transporte Urbano) informó que los servicios de transporte convencional y AeroDirecto operan con normalidad en el Callao. En un comunicado difundido por redes sociales, la ATU afirmó: “¡Atención usuarios! La ATU informa que los servicios de transporte público convencional y el AeroDirecto Ventanilla vienen funcionando con normalidad en el Callao, pese al paro anunciado para hoy por un sector de transportistas.” Esta divergencia entre la cobertura de la protesta y la operatividad diaria ilustra las dinámicas variables en la zona durante la jornada.

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En las calles, se observó que los vehículos se trasladaron con relativa fluidez y que, pese a la convocatoria, no se registraron demoras significativas en los paraderos cuando el paro se limitó a la mañana. No obstante, los organizadores adelantaron que se sumarán a la paralización prevista para el 4 de noviembre, lo que indica una escalada de la acción de protesta y una expectativa de impacto mayor en la jornada de Lima y otros puntos del país.

Las voces de los transportistas reiteraron su demanda central: que el Gobierno actúe con prontitud para frenar la violencia y asegurar condiciones de trabajo justas y seguras. En el corto plazo, la jornada del 3 de noviembre dejó al descubierto la polarización y la determinación del sector, que busca, según sus palabras, imprimir un giro concreto a la política de seguridad y a la protección de sus derechos laborales.