Ministerio de Educación anula contrato de profesor por revelar condiciones precarias en escuelas amazónicas.
- owenvalencia20
- 8 ago
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La historia que involucra a César Arirua Tapullima, docente bilingüe con 18 años de servicio en la región amazónica, vuelve a poner sobre la mesa la situación de infraestructura educativa en comunidades nativas de Loreto. Arirua fue desvinculado de su cargo en la institución educativa N.° 601761, ubicada en la comunidad nativa de Lagartococha, cuando, tras grabar un video con autorización de los padres, denunció públicamente las condiciones en las que estudian sus alumnos.
Según la versión oficial de la UGEL Loreto Nauta, la separación del docente se debió a la presentación de documentación irregular. Sin embargo, el propio Arirua sostiene que, por su antigüedad —culminó sus estudios en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) en 1992—, su certificado no figurar en línea. Admite que, actualmente, se encuentra cursando pedagogía en UTEL, con el objetivo de regularizar su situación académica.
“Mis alumnos no tienen mochilas, usan bolsas de plástico; no hay cuadernos suficientes ni acceso a salud o internet”, relató Arirua en declaraciones recogidas para este informe. El video, grabado el 23 de junio, fue realizado con consentimiento de los padres para gestionar apoyo urgente. El docente alegó además que, desde el año anterior, gestionaba materiales y había improvisado cuadernos con hojas de papel bond para sus estudiantes, además de impulsar un proyecto de piscicultura para mejorar la alimentación de la comunidad educativa.
La escuela en Lagartococha opera con severas carencias: no cuenta con infraestructura adecuada, servicios básicos o conectividad. El trayecto para llegar a Iquitos, desde donde se organiza la gestión educativa departamental, toma aproximadamente siete días por vía fluvial, atravesando la selva y atravesando más de 50 comunidades.
Tras la difusión del video, Arirua recibió amenazas de muerte, lo que llevó a que, por seguridad, se retirara el video de circulación y se pospusiera su reclamo público. En diálogo con este medio, el docente afirmó que su decisión de visibilizar la realidad de sus alumnos no responde a intereses personales, sino al compromiso con la educación de sus comunidades.
La respuesta institucional no tardó. La UGEL Loreto Nauta indicó que el vínculo laboral de Arirua fue concluido en junio y que no corresponde pago por julio. Aseguran haber recibido informes de verificación que sostienen la supuesta irregularidad documental, y mencionan un proceso de control posterior para determinar si corresponde formalizar alguna denuncia ante las instancias pertinentes. Asimismo, subrayan que el caso fue cerrado de forma interna, y que están dispuestos a brindar la información necesaria para esclarecer la situación.
A pesar de las trabas administrativas, Arirua reflexiona sobre el impacto de su labor. “Me da fortaleza haber formado alumnos que hoy ocupan cargos en distintas áreas; muchos son doctores, abogados y profesionales que hoy se destacan”, dijo, al recordar su paso por la educación de la etnia Urarina. Expresa, con dolor, que ver a los niños de Lagartococha destino de las mismas desigualdades que observa en la ciudad le genera profundo dolor: “Me duele ver que esos niños y tantos otros no tienen los mismos derechos”.
La comunidad educativa de Lagartococha continúa esperando respuestas y, para muchos, una solución que permita garantizar acceso a recursos básicos, infraestructura adecuada y una vía de comunicación estable que favorezca la continuidad educativa de sus alumnos.
