El Papa disuelve el sodalicio de vida cristiana por escándalos de abuso.

El Papa Francisco ha tomado la histórica decisión de disolver el Sodalicio de Vida Cristiana, una comunidad religiosa católica que ha sido objeto de décadas de investigaciones por acusaciones graves de abusos sexuales y psicológicos. La medida se produce tras un exhaustivo proceso que destapó irregularidades en la conducta de su fundador, Luis Fernando Figari, quien fue expulsado en 2024 por su rol en estos escándalos.

Un comunicado emitido por la Asamblea del Sodalicio confirmó la noticia, que había sido anticipada por el portal Infovaticana días antes. Aunque aún no hay un anuncio oficial del Vaticano, se ha señalado que la organización se encuentra a la espera de instrucciones desde Roma sobre el proceso de disolución.

La decisión del Papa subraya el final de un turbio capítulo en la historia del Sodalicio, que no solo comprometió su misión espiritual, sino que también cuestionó su legitmidad como comunidad religiosa. Si bien el proceso de reformulación iniciado en 2016 incluyó la intervención de comisarios apostólicos y otras medidas, estos esfuerzos no bastaron para erradicar las irregularidades detectadas en su estructura.

La situación ha generado reacciones mixtas. Alejandro Bermúdez, exmiembro del Sodalicio, ha expresado su escepticismo sobre el proceso de disolución, poniendo en tela de juicio la idoneidad del sacerdote Jordi Bertomeu, encargado de llevar a cabo esta transición. Las dudas sobre la transparencia del proceso reflejan una inquietud más amplia en cuanto al futuro de la comunidad y su impacto en las víctimas de abusos.

La disolución del Sodalicio marca un hito en la historia reciente de la Iglesia católica, evidenciando la necesidad de un enfoque más riguroso y responsable ante las denuncias de abuso que han manchado su imagen en los últimos años.