Votos insuficientes en el Congreso frenan a parlamentarios promover sus posiciones sin infringir la neutralidad.

En el Pleno del Congreso, la votación sobre una propuesta de resolución legislativa que buscaba facultar a los parlamentarios para promover sus posiciones políticas e ideológicas sin que ello implicara una infracción a la neutralidad electoral no alcanzó el número mínimo de apoyos. Con 52 votos a favor de los 66 necesarios, la iniciativa quedó desactivada, frustrando la intención de ciertos bloques de ampliar el margen para que los legisladores expongan sus posturas en pleno y en sesiones de comisiones.

El texto, elaborado por la Comisión de Constitución y sus firmas, sostiene que “los parlamentarios en ejercicio de sus funciones pueden expresar, defender y promover posiciones ideológicas, programáticas y partidarias sin que ello constituya una infracción al deber de imparcialidad o neutralidad”. Además, aclara que este derecho no aplica durante los horarios en que se desarrollen sesiones de comisiones o del Pleno, salvo que se solicite una licencia sin goce de haberes.

La propuesta recibió apoyo de varios grupos: Fuerza Popular, Alianza para el Progreso, Somos Perú y Honor y Democracia. Sin embargo, recibió la oposición de Juntos por el Perú – Voces del Pueblo – Bloque Magisterial, la Bancada Socialista y el Bloque Democrático Popular. En la bancada de Perú Libre, el congresista Segundo Montalvo solicitó la reconsideración para que el texto vuelva a ser evaluado por el Pleno.

Contexto adicional: el mismo día, la presidenta Dina Boluarte había emitido un decreto que prohíbe a funcionarios públicos hacer propaganda de organizaciones políticas o candidaturas, lo que añade una capa de complejidad al debate sobre los límites entre expresión política y función pública.Analistas señalan que el tema, además de su dimensión normativa, plantea preguntas sobre la institucionalidad y la claridad de las reglas para la participación de legisladores en campañas políticas sin depender de licencias o permisos.

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Conclusión provisional: con su derrota, la iniciativa no se convierte en norma y el Congreso continúa sin un marco específico que permita o delimite de forma explícita la promoción de posturas políticas por parte de parlamentarios durante su ejercicio. Expertos consultados señalan que, si bien la neutralidad electoral es un principio clave, el diálogo entre libertades individuales y responsabilidades institucionales exige un marco más preciso para evitar interpretaciones ambiguas.