Una ola de homicidios que no cesa: el crimen golpea con fuerza en el país.

El país enfrenta una alarmante crisis de seguridad que se ha manifestado de manera trágica en los últimos meses. Según datos oficiales, en lo que va del año, se han reportado 490 homicidios, lo que equivale a un desolador promedio de seis asesinatos diarios. Las cifras son particularmente inquietantes en ciudades como Lima, Callao y La Libertad, donde se concentra la mayor parte de las víctimas.

La reciente muerte de Paul Flores, conocido en el mundo musical como 'Russo' y miembro de la reconocida agrupación Armonía 10, ha acentuado la sensación de inseguridad. Fue asesinado en la madrugada del pasado domingo mientras se encontraba en un bus que lo trasladaba de Jicamarca a Santa Clara. Su asesinato ha marcado un punto crítico en la ya deteriorada situación de seguridad nacional.

Ante esta situación, el Ejecutivo reaccionó rápidamente y, un día después del asesinato, declaró el estado de emergencia en Lima y Callao por un período de 30 días. Sin embargo, la medida parece haber tenido efectos limitados, ya que al menos tres personas fueron asesinadas en diferentes sectores de la capital en el transcurso de la jornada.

Entre las nuevas víctimas se encuentra Edson Alvarado Pérez, de solo 23 años, quien fue abatido a tiros mientras recogía botellas en San Juan de Miraflores. Por otro lado, en Callao, Ángela Escate, una mujer que trabajaba llenando combis, fue asesinada a balazos por dos individuos desconocidos. La violencia no se detuvo ahí; en Villa El Salvador, un chofer también cayó a manos de sicarios que abrieron fuego indiscriminadamente.

Las estadísticas son alarmantes. De acuerdo con el Sistema Informático Nacional de Defunciones del Ministerio de Salud, en los primeros meses de este año, el uso de armas de fuego ha sido predominante, con un 72.65% de los homicidios cometidos con este tipo de armamento. Este número es notablemente superior al 63.0% registrado el año anterior. Además, se ha observado un incremento en los asesinatos dentro de los hogares, un hecho que subraya la creciente falta de seguridad en la vida cotidiana de los ciudadanos.

En respuesta a esta escalada de violencia, expertos de seguridad han señalado que la situación actual es resultado de una pugna entre bandas criminales por el control de territorios y actividades ilegales. Nicolás Zevallos, director del Instituto de Criminología y Estudios sobre Violencia, menciona que la falta de control territorial por parte de las autoridades es un factor clave en este fenómeno. “Esto no se resolverá únicamente con capturas”, advierte, resaltando la necesidad de una mejor coordinación entre la policía, el poder judicial y las municipalidades.

Por su parte, Frank Casas, experto en crimen organizado, enfatiza que este aumento de violencia está íntimamente relacionado con la extorsión, y que en la actualidad predominan estructuras criminales pequeñas que operan de manera violenta. “El estado de emergencia puede resultar efectivo si se identifican las organizaciones criminales, pero es necesario actuar rápidamente”, sostiene.

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Sin embargo, la crítica hacia el uso del estado de emergencia también es fuerte. Juan Carlos Liendo, exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia, argumenta que la creciente ola de homicidios refleja la incapacidad del Estado para asegurar la vida de los ciudadanos en regiones controladas por el crimen organizado. Declaraciones como estas evidencian un llamado urgente a la reestructuración de las fuerzas de seguridad y a un cambio en la estrategia gubernamental para enfrentar esta crisis de seguridad.

Fuente: El Comercio