Tíos de “Pequeño J” viajan a Argentina y serían el hilo de una red criminal que lo sostiene

En una investigación que profundiza en los nexos familiares que podrían haber protegido y financiado a Tony Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J”, las autoridades detallan una ruta de movimientos y contactos que, según fuentes policiales y judiciales, sugieren una estructura de apoyo transnacional. La fiscalía y la policía señalan que los tíos del detenido, Manuel y Luis Valverde Rodríguez, mantienen vínculos prolongados con Argentina y otros países de la región, lo que podría estar detrás de la operación para facilitar el escape y la evasión de la justicia.

El operativo que terminó con la captura de “Pequeño J” se gestó poco después de que el sospechoso intentara reunirse con un contacto argentino, Matías Agustín Ozorio, en el Cono Norte. Los primeros indicios indicarían que Ozorio viajó a Lima y que el encuentro tenía como objetivo coordinar movimientos para llegar a Trujillo, sin embargo, el plan de escape fue anticipado por las autoridades.

La investigación detalla que, según reportes policiales, Tony Valverde habría ingresado a Lima en una ruta que, presuntamente, habría atravesado Bolivia. En la madrugada del martes 30 de septiembre, elementos de la División de Investigaciones Especiales de la Policía Antidrogas (Divinesp) logran situarlo en un control cercano a la Panamericana Norte, en Los Olivos, donde, tras un proceso de identificación, fue detenido. En ese momento, la autoridad indicó que el objetivo de “Pequeño J” era acercarse a su familia que residen en el asentamiento Nueva Indoamérica, en La Esperanza, Trujillo.

El expediente señala que, desde su infancia, el individuo habría estado expuesto a ambientes delictivos heredados por una familia cuyo historial criminal se remonta a años anteriores. Las fuentes consultadas señalan que el padre de Tony Valverde, Janhzen Valverde Rodríguez, fue asesinado hace años por integrantes de una banda rival, un hecho que marcó el contexto violento de la zona de origen. A partir de ese episodio, se habría generado una espiral de represalias entre bandas, dando lugar a tensiones que las autoridades vinculan con la trayectoria de “Pequeño J”.

Además, la investigación revela que Manuel y Luis Valverde Rodríguez, tíos de Tony, cuentan con antecedentes que incluyen delitos como extorsión y homicidio. Las autoridades señalan que estos vínculos no se limitan al Perú, sino que se extienden a viajes reiterados a Argentina y países vecinos, incluyendo Bolivia y Chile, rutas que la policía considera como tránsito habitual hacia Buenos Aires.

Las fuentes policiales subrayan que el traslado del joven fuera de Perú, y su posterior permanencia en Buenos Aires, no habría sido ajeno a la red familiar. Existen indicios de que Tony Valverde habría iniciado, desde una temprana edad, movimientos para establecer redes de apoyo en Argentina, lo que podría haber facilitado el acceso a contactos para actividades ilícitas, según señalan fiscales y especialistas en crimen organizado consultados por este medio.

Entre las evidencias mencionadas por las autoridades figuran transferencias de dinero a través de Western Union, cuyo destino aparente estaría vinculado a familiares en Nueva Indoamérica. Este detalle ha sido interpretado por la policía como un posible indicio de lavado de activos o pitufeo, una táctica utilizada para encubrir el flujo de fondos ilícitos.

Las investigaciones también apuntan a la relación entre miembros de la familia y el clan conocido en ciertos círculos como el grupo de “El Gran Marquez”, una banda que se ha visto involucrada en disputas internas y actos violentos. Según las autoridades, las tensiones entre estas organizaciones podrían haber influido en la trayectoria de “Pequeño J” y en la decisión de sus familiares de permanecer vinculados a redes del narcotráfico.

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En el ámbito judicial, las autoridades argentinas han señalado la posibilidad de extradición de Tony Valverde Victoriano por su implicación en un triple feminicidio en Buenos Aires, mientras que el Perú evalúa su eventual responsabilidad en la dirección de una red de narcotráfico. La cooperación entre países continúa para esclarecer los vínculos entre Tony y su familia extendida, y para determinar el alcance de sus operaciones.

Las autoridades reiteran que la investigación continúa y que se esperan resultados de análisis migratorios y de movimientos financieros que podrían confirmar si los tíos de “Pequeño J” jugaron un papel clave en su entorno delictivo. En paralelo, el caso ha reabierto el debate sobre la necesidad de una coordinación regional más estrecha para desarticular redes criminales que operan más allá de las fronteras nacionales.