Tren humanitario evacua a 1,3 mil turistas ante bloqueos en Machu Picchu; operación continúa en medio de tensión
- owenvalencia20
- 16 sept
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Un tren humanitario logró evacuar a más de 1,300 turistas —tanto nacionales como extranjeros— varados desde Machu Picchu Pueblo hacia Ollantaytambo, horas después de un violento enfrentamiento entre comuneros y la Policía en el sector de Coriwayrachina (km 88). La operación de emergencia fue posible tras la apertura parcial de la vía férrea, asegurada por las fuerzas de seguridad, mientras persiste la incertidumbre sobre la reanudación total de los servicios.
La salida de emergencia priorizó a mujeres, niños y adultos mayores, aunque muchos visitantes permanecen aún en situación de incertidumbre en Ollantaytambo y otros puntos intermedios. En Machu Picchu Pueblo continúa el paro de 48 horas iniciado ayer, que complica la logística de transporte para quienes buscaban conocer uno de los puntos más visitados del mundo.
“Los gases lacrimógenos llegaron hasta las casas donde había niños y ancianos. Tenemos 15 heridos y la comunidad está atemorizada”, denunció Darwin Baca, presidente del Frente de Defensa de Machu Picchu. Sus palabras subrayan el clima de tensión que se vive en el área, donde las autoridades admiten que la seguridad de los visitantes debe ser prioridad ante cualquier acción policial o de bloqueo de vías.
En Ollantaytambo, la estación registra un rasgo de precariedad: decenas de turistas, tanto nacionales como extranjeros, pasaron la noche a la intemperie, some traslados provisionales y cartones improvisados para enfrentar el frío de la madrugada. “Estamos desde ayer varados, esperando poder conocer Machu Picchu, pero no hay solución”, relató una turista chilena que había planeado celebrar un aniversario con su pareja.
La Defensoría del Pueblo ha señalado la complejidad de la situación y las condiciones en que se encuentran los visitantes. Muchos describen haber pasado la noche a la intemperie, sin acceso a servicios básicos, mientras se coordina una respuesta integral para la atención de los turistas y la protección de sus derechos.
El jefe de la Región Policial del Cusco, general Julio Becerra, afirmó que se están realizando operativos para garantizar que los visitantes no resulten perjudicados por el conflicto. “Los turistas no pueden soportar esta situación. Hemos conversado con los dirigentes y se les ha indicado que a los visitantes se les tiene que respetar”, dijo, añadiendo que un convoy de dos vagones trasladará a cerca de un millar de personas hacia Ollantaytambo bajo resguardo policial.
El conflicto gira en torno a la ruta Hiram Bingham, que debía pasar de la empresa Consettur a la operadora San Antonio de Torontoy. Aunque el contrato de Consettur venció el 4 de septiembre, la municipalidad provincial de Urubamba no concluyó el proceso de licitación, lo que derivó en bloqueos, enfrentamientos y la paralización de uno de los circuitos turísticos más visitados del mundo.
La evacuación parcial, realizada con apoyo policial, permitió sacar a una parte de los turistas desde Machu Picchu Pueblo hacia Ollantaytambo, pero la operación completa de evacuación y recuperación de la normalidad está condicionada a la seguridad y la desactivación de los bloqueos. PeruRail y Ferrocarril Trasandino anunciaron la suspensión de todas las operaciones en la ruta Ollantaytambo – Machu Picchu Pueblo – Ollantaytambo, hasta nueva orden, para evitar riesgos mayores.

PeruRail indicó que la paralización afecta tanto a traslados de emergencia como a servicios regulares, y ofreció asistencia y flexibilidad para cambios o devoluciones de boletos. Ferrocarril Trasandino explicó que, de los tres trenes humanitarios autorizados, solo uno logró retornar a Machu Picchu; el segundo se detuvo en el kilómetro 83,200, donde se hallaron excavaciones que comprometen la estabilidad de la vía. En otros tramos se detectaron piedras y árboles colocados
intencionadamente sobre la línea férrea.
Las autoridades subrayan que se continúa trabajando en la rehabilitación y limpieza de la vía, pero no hay una fecha de reapertura, hasta que haya garantías de seguridad y una resolución de los bloqueos.

Turistas entrevistados expresaron su frustración ante la situación: “Somos rehenes. Vinimos desde miles de kilómetros para conocer Machu Picchu y estamos atrapados aquí”, manifestó un viajero argentino. Otros señalan que la paralización afecta no solo a sus planes de viaje, sino también a la economía de numerosas familias cusqueñas que viven del turismo.
La situación obliga a replantear las operaciones de la temporada alta y a intensificar la coordinación entre autoridades, operadores turísticos y comunidades para evitar que incidentes de este tipo se repitan en el futuro.




