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Transportistas anuncian paro nacional el 21 de agosto ante aumento de la inseguridad

  • owenvalencia20
  • 14 ago
  • 2 Min. de lectura
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La Asociación Metropolitana de Empresas de Transportes Urbanos (AMETUR), presidida por Manuel O’Diana Quiroz, confirmó que el jueves 21 de agosto se llevará a cabo un paro de 24 horas en Lima y en otras ciudades del país. La medida busca expresar una protesta contundente ante el incremento de la inseguridad que, según el sector, afecta gravemente la labor de conductores y cobradores.


En declaraciones a la prensa, O’Diana explicó que la convocatoria tiene como objetivo exigir al Gobierno acciones inmediatas para enfrentar la criminalidad, con especial foco en extorsiones, asaltos y homicidios que, afirma, se han convertido en una amenaza diaria para quienes trabajan en el transporte urbano. “No es una cuestión menor; se requiere una respuesta concreta y coordinada”, enfatizó.


El dirigente adelantó que esta podría ser la última protesta de corta duración si no se observan avances en las próximas semanas. En ese contexto, los gremios contemplan una huelga nacional indefinida, posibilidad que coordinarían con otros sectores, para presionar al Ejecutivo y forzar soluciones duraderas. “Si en un mes no hay respuestas claras, el siguiente paso será más contundente”, indicó durante una entrevista radial.


O’Diana también cuestionó la falta de una estrategia conjunta entre el Gobierno, el Congreso y las fuerzas de seguridad. Aunque reconoció algunos esfuerzos puntuales de la Fiscalía, la Policía Nacional y ciertos legisladores, sostuvo que las medidas existentes son insuficientes ante la magnitud del problema.


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La convocatoria exhibe, además, tensiones internas del propio sector. Mientras algunos gremios impulsan protestas regionales y aisladas, otros prefieren mantener el diálogo con las autoridades, lo que, según críticos, debilita la presión colectiva y facilita esperas largas para respuestas efectivas.


En este marco, la posibilidad de una huelga nacional indefinida vuelve a cobrar fuerza en la agenda pública, mientras persisten la inseguridad en la calle y las vulnerabilidades de quienes transportan a la ciudadanía, sin una solución estructural a la vista.

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