top of page

"Todavía quiero evitar la guerra”: Petro rechaza visita a Santa Rosa mientras Lima advierte estabilidad.

  • owenvalencia20
  • 8 ago
  • 3 Min. de lectura

ree

En medio de la creciente frialdad en la frontera selvática entre Perú y Colombia, el presidente Gustavo Petro despejó de manera contundente la posibilidad de visitar el distrito de Santa Rosa, al justificar su decisión con un argumento centrado en evitar un conflicto mayor. En una entrevista concedida a los diarios El País, The New York Times y El Espectador, Petro sostuvo: “No. Ya sería un acto de guerra y todavía quiero evitar la guerra”, respuesta que se produjo ante la pregunta sobre si acudiría presencialmente al área reclamadas por Perú compartiendo su calidad de mandatario extranjero.


La declaración de Petro llega en un momento de tensión diplomática que se ha acrecentado tras la reciente postura de La Paz de no reconocer la soberanía peruana en el distrito, y tras la emisión de ciertas declaraciones que apuntaron al desconocimiento de la autoridad peruana en la isla Santa Rosa. En esa línea, el presidente colombiano afirmó que “Colombia no reconoce la soberanía del Perú sobre la Isla Santa Rosa y desconoce a las autoridades de facto impuestas en la zona. (…) (la ley peruana que crea el distrito de Santa Rosa) Es una designación unilateral que viola el principio de primacía del derecho internacional sobre el derecho interno”.


En la entrevista, Petro también abordó el canal diplomático y su relación con el Gobierno peruano. Aseguró que no quiere “hablar de política interna del Perú, porque complico la situación”, y sostuvo que su enfoque siempre ha sido que “el pueblo peruano debe resolver el problema, no el Gobierno de Colombia; ni constitucionalmente estamos facultados para eso”.


Sobre las perspectivas de cooperación bilateral, el mandatario colombiano anunció que mantendrá conversaciones con el Gobierno peruano en septiembre, señalando: “El Gobierno peruano no había aceptado eso (la reunión de septiembre) hasta el miércoles; lo primero que va a haber es eso, que es la primera instancia por protocolo del Tratado de Río de Janeiro, que se firmó después de una guerra real, una guerra de verdad entre Perú y Colombia”.


Las declaraciones de Petro se enmarcan en un momento de polémica interna y externa. Diversos analistas han señalado la posibilidad de que la retórica limítrofe esté operators con una intención electoral, una hipótesis que el propio Petro rechazó: “Esto no tiene que ver con las elecciones en Colombia, ni con cuestiones en Colombia, sino con una decisión unilateral del Perú que hace poco, en junio, declaró como territorio peruano a través de una ley peruana lo que se denomina isla Santa Rosa. Eso no tiene que ver conmigo”. El mandatario añadió que el Tratado de Río de Janeiro, celebrado en 1934, establece que la atribución de nuevas islas debe hacerse por mutuo acuerdo entre las partes.

Publicidad
Publicidad

La respuesta desde Lima no tardó en llegar. Desde Japón, la presidenta Dina Boluarte afirmó que no hay una disputa con Colombia y que la soberanía peruana sobre la isla Santa Rosa permanece intacta. En un mensaje que buscó calmar las tensiones, Boluarte dijo: “Los llamo a mantener la calma y la unidad. Felicito a las diversas instituciones y a los políticos en el Perú que se han manifestado de forma conjunta para defender nuestra soberanía. Nuestra isla Chinería, con su capital Santa Rosa de Loreto, es jurisdicción peruana y está bajo nuestra soberanía nacional. Por lo que no hay nada pendiente que tratar con nuestro hermano país del norte (Colombia). No hay razón para alarmarnos, porque no existe ningún conflicto limítrofe”.


El canciller peruano, Elmer Schialer, dio a entender que la postura de Boluarte buscaba evitar una escalada, señalando que la recomendación fue no pronunciarse hasta que existiera un marco claro para el diálogo. En ese contexto, la conversación diplomática continúa en un punto de inflexión: por un lado, la defensa de la soberanía peruana; por otro, la insistencia colombiana en que la solución debe buscarlas vía canales formales y por medio del Tratado de Río de Janeiro.


Este episodio llega en un momento de crisis diplomática entre ambos países y tras una serie de desencuentros que han marcado las últimas semanas, en un entorno geopolítico complejo por la presencia de actores regionales y la incertidumbre en torno a la aplicación y alcance de los tratados vigentes.

bottom of page