Soldado denuncia violencia sistemática en cuartel y pide justicia.
- owenvalencia20
- 30 abr.
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Un alarmante episodio de violencia y presunta corrupción sacude las entrañas del Ejército en Arequipa, donde un joven soldado denuncia haber sido víctima de agresiones físicas continuas y abuso de autoridad dentro del Cuartel Salaverry, en Miraflores. El cabo José Daniel Escobar Ayqui (19), originario de Puno, relata cómo su situación se tornó en una pesadilla en la que la brutalidad de sus superiores le dejó heridas físicas y emocionales.
Según cuenta, la agresión más grave ocurrió el 27 de abril, cuando el subteniente Darío Hurtado Tello lo golpeó en el abdomen, en lo que él describe como un acto motivado por racismo, que fue seguido por otro golpe en el cuello propinado por el suboficial Chipana Ytalaque, delante de sus compañeros. Esto no solo representó un ataque físico, sino también una humillación pública que dejó marcas visibles en su integridad física y emocional.
La situación se agravó aún más cuando, al intentar buscar ayuda o aclarar lo ocurrido, Escobar recibió una llamada de un compañero, Aderlyn Huamán, quien le solicitó que llevara una gaseosa al sector del polvorín. Al entregarle la botella, el soldado se percató de que contenía alcohol, sustancia prohibida en los cuarteles, y al reclamar por ello, fue brutalmente atacado de nuevo, recibiendo golpes y una cuchillada en la ceja que provocó una pérdida de conciencia. Solo pudo reaccionar horas después, cuando fue llevado de emergencia al Hospital Militar, donde aún permanece internado.
"Cuando desperté, estaba con sangre y después perdí la conciencia otra vez, y al final aparezco en el hospital," relataron sus palabras desde la cama de hospital. Mientras tanto, su familia y abogados exigen que se hagan justicia y que cesen las prácticas abusivas. "Yo quería postular a la Policía, pero con esta cicatriz, todos mis sueños se han esfumado. Desde que empecé la etapa básica, las agresiones han sido constantes," confió Escobar a los medios.

La denuncia de Escobar no es un caso aislado. El padre del soldado y fuentes policiales indican que tanto el subteniente Hurtado como el suboficial Chipana tienen antecedentes de maltrato y que incluso extorsionaban a los soldados con las propinas que recibían. Las familias exigen respuestas inmediatas, pues temen que estas prácticas aberrantes sigan ocurriendo bajo la sombra de la impunidad. Un sargento incluso recomendó a la familia que realizara denuncias y que, si quería, llevara prensa, sin que hasta ahora haya respuestas concretas por parte de la institución.
El Ejército, por su parte, emitió un comunicado afirmando que la Inspectoría del Ejército ha iniciado investigaciones y que el apoyo se está brindando a la familia del joven, aunque desde ésta última desacreditan esa versión y aseguran que no reciben la ayuda prometida y que incluso enfrentan dificultades para recuperar las pertenencias de su hijo.
Mientras tanto, la incertidumbre y el temor permanecen en la comunidad militar de Arequipa, dejando en evidencia una problemática que aún requiere una atención urgente y transparente para restablecer la confianza en las instituciones y garantizar la integridad de sus miembros.




