¡Revelan que en julio ya murieron más de 5,000 peruanos violentamente!
- owenvalencia20
- 16 jul
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El mes de julio en Perú ha sido testigo de un incremento alarmante en los niveles de violencia, ubicándose como uno de los periodos más trágicos en la historia reciente del país. Según cifras del Sistema de Nacional de Epidemiología (Sinadef) y compartidas por el ingeniero Juan Carbajal, en lo que va del mes, se han reportado más de 5,000 muertes violentas. Esta cifra, que abarca desde el 1 de enero hasta el 14 de julio, supera ampliamente las estadísticas de años anteriores en el mismo lapso, alertando sobre una tendencia preocupante que podría marcar un récord en los últimos nueve años.
El análisis de los datos revela que, en promedio, cada día del mes se registran más de 330 vidas humanas perdidas a causa de hechos violentos o accidentes, consolidándose como un indicador claro del deterioro social y de seguridad que atraviesa el país. La tendencia se mantiene en ascenso, y si se continúa con la misma intensidad, 2025 podría cerrarse como el año más trágico en la última década, con una suma de homicidios, suicidios, muertes por accidentes de tránsito y laborales que romperían récords históricos.
El ingeniero Carbajal, especialista en análisis demográfico y epidemiológico, expresó que estos números reflejan no solo la gravedad del problema, sino también la urgencia de implementar políticas públicas eficaces para reducir estos niveles de violencia.

El día 4 de julio fue particularmente sangriento, siendo considerado el más violento del mes hasta ahora, con trece homicidios reportados en un solo día, la cifra más elevada para el mes y que evidencia la escala del problema en territorios urbanos y rurales por igual.
Estas cifras confirman que el país vive una ola de inseguridad y violencia exacerbada, marcada por la presencia de sicariato, extorsiones, un aumento en los casos de depresión y un evidente colapso en las estructuras de seguridad y justicia. Como consecuencia, las cifras de víctimas mortales no dejan de aumentar, dejando un panorama desolador para la sociedad peruana.

Mientras tanto, las autoridades deben redoblar esfuerzos para frenar esta tendencia y garantizar la seguridad ciudadana antes de que las cifras sigan en escalada, afectando aún más a una población ya vulnerada por la crisis social y económica vigente.




