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PNP denuncia irregularidad en certificado de defunción de Jaime Chincha y alerta al Ministerio Público

  • owenvalencia20
  • hace 15 minutos
  • 3 Min. de lectura
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La muerte del periodista Jaime Chincha adquiere un giro silencioso pero persistente: la Policía Nacional del Perú (PNP) ha señalado irregularidades en la certificación de defunción y ha buscado aclarar un proceso que, aseguran, debió seguir otros cauces. En un comunicado oficial, la PNP sostiene que el certificado de defunción “fue expedido de manera irregular”, y que el médico a cargo, Dacio Félix Maldonado Bravo, habría actuado fuera de su rol de médico tratante y sin conocimiento del periodista.


El texto policial detalla que el profesional, identificado con el CMP 004106, afirmó no conocer al periodista y que no había acudido al domicilio para certificar el deceso. Según la PNP, Maldonado Bravo admitió haber extendido el documento “por encargo de un familiar a través de un tercero (agencia funeraria)”, lo que la policía considera una irregularidad sustantiva que podría afectar el curso de las investigaciones médico-legales.


La postura de la PNP contrasta con la decisión del Ministerio Público, que, tras recibir esa información, ordenó “levantar el cadáver” y remitirlo al Instituto de Medicina Legal para la necropsia de ley y la determinación de la causa de muerte. Sin embargo, la Disposición Fiscal N.° 02 de fecha 8 de setiembre de 2025 resolvió no iniciar investigación preliminar ni haber mérito para la necropsia, pese a las advertencias de la policía sobre las posibles irregularidades.


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En paralelo, distintas organizaciones del sector periodístico expresaron su pesar por la pérdida de Chincha y enfatizaron la labor que desempeñó en la escena pública. IPYS señaló: “Lamentamos profundamente el fallecimiento del periodista Jaime Chincha, cuya voz y compromiso marcaron la agenda pública del Perú en los últimos años”. La ANP, por su parte, destacó su trayectoria como entrevistador y analista político, y envió condolencias a familiares, amigos y colegas.


Jaime Chincha, nacido hace 48 años, falleció el domingo 7 de setiembre en su domicilio de Miraflores. A la fecha de cierre de este informe, las causas del deceso siguen sin confirmarse de forma concluyente. Esta situación ha dejado al descubierto, una vez más, la sensibilidad de la labor periodística ante la desaparición de la certeza médica y la protección de la integridad de las pruebas en casos de alta lectura pública.


A partir de este momento, las autoridades han puesto en marcha un protocolo de verificación que busca evitar cualquier vestring de la cadena de custodia en la documentación oficial. Para familiares y colegas, el miedo y la incertidumbre se mezclan con la necesidad de respuestas claras y de un cierre que no oscurezca la labor periodística que Chincha llevó a su audiencia durante años, especialmente en espacios de análisis político y coyunturas contemporáneas.


La lectura que se hila entre las declaraciones policiales y la resolución del Ministerio Público deja abierta una pregunta central: ¿qué tan confiables son las etapas iniciales de un proceso de verificación de un deceso cuando existen indicios de irregularidad? En el ámbito periodístico, la respuesta no es meramente técnica; es también reputacional, y puede influir en la percepción pública sobre la transparencia de las instituciones que deben velar por la verdad y la justicia.

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Testimonios y reacciones continúan surgiendo. Periodistas y organizaciones defensoras de la libertad de prensa recalcan que, más allá de las circunstancias específicas del fallecimiento, es crucial preservar la independencia de las investigaciones y la integridad de la documentación. “La defensa de la verdad no admite atajos”, podría ser una síntesis de la postura de algunos de los colegas que conocieron la trayectoria de Chincha y su enfoque analítico de la realidad nacional.


Conforme avance la investigación —si se decide reabrirla o ampliar su alcance—, la sociedad espera que se esclarezcan las circunstancias exactas del deceso y que las autoridades mantengan un estándar de escrutinio público acorde con la importancia del caso. En este marco, la cobertura de los próximos días deberá equilibrar el respeto por el fallecimiento y la necesidad de informar con precisión, sin caer en especulaciones que empañen el legado de un periodista que dedicó su carrera a la interpretación de la coyuntura nacional.

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