Perú frente a Venezuela en la gran final del Mundial de Desayunos.

El Mundial de Desayunos llega a su fin con una final entre dos referentes de la mesa matutina. Por un lado, el pan con chicharrón peruano, que ha logrado consolidarse como uno de los favoritos del público; por el otro, la arepa reina pepiada, un símbolo de la gastronomía venezolana que ha movido pasiones desde su debut en este certamen.

Orgullo nacional y sabor a duelo final, el equipo peruano, representado por el pan con chicharrón, dejó clara su fortaleza en la competición: una combinación crujiente y lekthy que, según analistas, ha sabido resonar en millones de votantes. A su turno, la arepa reina pepiada —rellena de pollo desmenuzado, aguacate y mayonesa— ha sabido trepar posiciones gracias a su historia y a la identidad que porta. En el recuento de votaciones, la primera semifinal mostró a la versión peruana superando al equipo chileno con una diferencia notable; la segunda semi dio la victoria a la propuesta venezolana frente a Bolivia, con márgenes más ajustados pero contundentes.

Un influyente creador de contenido, cuya proyección alcanza plataformas como Instagram, TikTok y YouTube, señaló: «Venezuela, con la arepa, avanzó a la final, donde se enfrentará al todo poderoso pan con chicharrón peruano, que está destrozando allá por donde va». Esa lectura de la competencia, difundida a través de las redes, ha generado una expectativa notable entre seguidores y curiosos por el fenómeno que rodea al torneo. El propio comentarista adelantó que «ha habido un total de 28 millones de votos», señal de un fenómeno de participación sin precedentes.

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La votación, que se ha convertido en un ritual para muchos fans, se ha estructurado de la siguiente manera: los apoyos se canalizan a través de las cuentas oficiales de Ibai Llanos en varias plataformas, con encuestas y publicaciones específicas para cada red. El objetivo: empujar al plato favorito hacia la gloria del Mundial de Desayunos, un título que, dicen, podría ser tan épico como el de cualquier campeonato internacional.

La arepa reina pepiada no es un plato cualquiera. Es parte de la identidad venezolana y su historia, que se remonta a la década de los 50, está ligada a los hermanos Álvarez y a María de Los Santos. Esta versión de la arepa, con pollo desmenuzado y crema de aguacate, se convirtió en un emblema gastronómico. El homenaje a Susana Dujim, Miss Mundo 1955, y la eventual adaptación de su fama al nombre de la receta añadieron capas de significado cultural y de tradición.

Más allá del sabor, este duelo entre el pan con chicharrón y la arepa reina pepiada describe una dinámica de consumo que va más allá del plato: la nostalgia, la identidad y la globalización de la cocina cotidiana. Las votaciones y las historias que acompañan a cada plato articulan una conversación sobre qué significa desayunar en el siglo XXI, cuando la comida rápida y la tradición conviven en la mesa.