top of page

Noemí Alvarado afirma que Nilo Burga fue asesinado y no se suicidó.

  • owenvalencia20
  • 15 ene
  • 2 Min. de lectura
ree

La reciente muerte de Nilo Burga Malca, propietario de la empresa de alimentos enlatados Frigoinca, ha puesto en el centro de la controversia a su exvendedora estrella, Noemí Alvarado Llanos. Encontrado sin vida en un hotel el 25 de diciembre, Burga es presentado por algunos como víctima de un suicidio, pero Alvarado desafía esta narrativa, sugiriendo que el empresario fue asesinado en medio de un escándalo de corrupción que sacudía a su compañía.


Alvarado, quien trabajó codo a codo con Burga durante seis años, narra cómo los días previos a su muerte estuvieron marcados por una intensa actividad y la desesperación del empresario por limpiar su imagen. Según su relato, Burga estaba enfocado en defender a Frigoinca, que había firmado contratos por S/81,7 millones para la campaña escolar de Qali Warma de 2024. A pesar de su aparente determinación, la presión por las acusaciones de soborno y corrupción lo dejaron en una situación angustiante.


En los últimos días de su vida, Burga y Alvarado se comunicaron frecuentemente para enfrentar las acusaciones de irregularidades, incluyendo el uso de carne de caballo en sus productos y la manipulación de declaraciones juradas para ocultar la verdad. Alvarado indica que, cuando las cosas se tornaron oscuras, se sintió aislada y abandonada por su jefe, lo que la llevó a pensar que había más en juego de lo que se revelaba.


“No tengo nada que ver con la muerte de Nilo. Estoy devastada y asustada”, asegura Alvarado, quien tras el fallecimiento ha cambiado de residencia y se ha declarado en clandestinidad debido a su temor por posibles represalias. Además, ha solicitado acogerse a la colaboración eficaz, lo cual podría implicar que tiene información valiosa sobre el escándalo en Frigoinca.


— “¿Usted considera que la muerte de Nilo Burga fue un suicidio? ¿O él se mató? ¿Qué es lo que usted cree?”, se le preguntó.


“Yo creo que a él lo mataron”, respondió, según declaración de Noemí Alvarado.


— “¿Usted entonces considera que al señor Nilo Burga lo han querido silenciar?”, se le interrogó de nuevo.


“Sí, me duele bastante”, contestó.


La muerte de Nilo Burga, envuelta en interrogantes y sospechas, continúa generando una ola de inquietud y especulaciones en torno a un caso que va más allá de lo personal, convirtiéndose en un símbolo de los riesgos de la corrupción en el sector empresarial.

bottom of page