No habrá sesiones virtuales en el nuevo Congreso bicameral
- owenvalencia20
- 16 sept
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La Comisión de Constitución del Congreso aprobó por mayoría las normas que regularán el funcionamiento del inminente Congreso bicameral, que tomará funciones en julio de 2026. Entre los cambios más relevantes figura la eliminación de las sesiones virtuales, una práctica que se consolidó durante la era de la pandemia y que, según los integrantes del grupo de trabajo, terminó afectando la esencia misma del debate y la presencialidad necesaria para un cuerpo legislativo eficaz.
Tras cuatro jornadas de discusión, el grupo de trabajo, presidido por Arturo Alegría (Fuerza Popular), logró un consenso mayoritario en torno a los reglamentos que regirán el Congreso, el Senado y la Cámara de Diputados. Sin embargo, los decretos no quedaron exentos de desencuentros. En particular, no se logró cerrar la polémica sobre las restricciones para que parlamentarios que renuncian o son separados de sus bancadas no puedan formar nuevos grupos ni postular a las mesas directivas de las cámaras, ni a las presidencias de comisiones. Este tema quedó pendiente para una votación que se celebrará este viernes en la Comisión de Constitución, a pedido de Alejandro Cavero (Avanza País).
La decisión de eliminar las sesiones a distancia recibió el respaldo mayoritario entre los integrantes del grupo de trabajo. Alegría subrayó que “la regla debe ser la presencialidad para fortalecer la institucionalidad y el trabajo parlamentario y evitar las dificultades de conexión o la disminución del debate”. Recordó que, si bien la práctica se implementó para aliviar las circunstancias de la pandemia de COVID-19, con el tiempo terminó afectando la esencia del Parlamento. No obstante, aclaró que la eliminación de las sesiones virtuales no afectará la tramitación de documentos digitales, que seguirá siendo parte del flujo legislativo.
Solo José María Balcázar, de Perú Libre, presentó reparos, señalando que la medida podría contravenir los avances tecnológicos y las necesidades de una representación más ágil y conectada, especialmente ante escenarios que requieren flexibilidad.
La discusión más álgida se centró en la creación de grupos parlamentarios mixtos, concebidos para desincentivar el transfuguismo. A la fecha, durante el quinquenio vigente, más de medio centenar de legisladores han renunciado a su bancada de origen, alegando razones de conciencia. Patricia Juárez (grupo no especificado en el texto) enfatizó que, si un congresista cambia de camiseta, debe entender que ese movimiento podría abrir la puerta a una reconfiguración de alianzas y a nuevas reglas de juego.

“Si opto por un grupo, no puedo decir: ‘no estoy de acuerdo con sus planteamientos sobre tal o cual asunto’”, afirmó Juárez. “Los que postulan deben saber que, si deciden apartarse, pasarán a un grupo mixto; si no, veremos más de lo mismo: nombres que cambian, más oficinas, más personal, y cada quien vota como quiere, y así no se hace política”.
Adriana Tudela y Alejandro Cavero (Avanza País) hicieron notar su oposición a la propuesta de grupo mixto, proponiendo, en cambio, una vía para los parlamentarios que renuncian o son apartados de su bancada: podrían integrarse, de manera excepcional y una sola vez, a otro bloque ya constituido y postular, tras culminar un periodo de sesiones, a la Mesa Directiva o a las presidencias de comisiones, con la condición de evitar incentivos desmedidos para cambiar de agrupación.
La iniciativa deberá ser sometida a la consideración del pleno de la Comisión de Constitución este viernes, con la expectativa de avanzar hacia la definición de reglas claras que regulen la conducta de los representantes y fortalezcan la institucionalidad del nuevo Congreso.




