Murallas de más de 20 años se desploman y ponen en riesgo la vida de vecinos
- owenvalencia20
- 26 jun
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Un episodio de gran alerta se registró en el distrito del Rímac, específicamente en San Juan de Amancaes, cuando una vieja muralla de piedras se desplomó en la noche del miércoles 25 de junio, dejando a varias familias en situación de vulnerabilidad y temor ante posibles nuevos derrumbes. La estructura, de más de 20 años de antigüedad, cedió tras las recientes lluvias y sismos que afectaron la zona, generando un escenario de desastre en plena madrugada.
Según relataron los habitantes afectados, la caída ocurrió mientras algunos estaban durmiendo y otros cenando, en un momento en el que comenzaron a escuchar cómo las piedras se desplazaban y finalmente colapsaron, destruyendo completamente una vivienda y dejando a otra en estado de riesgo inminente. La familia más afectada, que vivía en una estructura de calaminas y madera, sufrió heridas de gravedad: una menor resultó con múltiples puntos y fue trasladada de emergencia a un centro de salud cercano, mientras su madre expresaba su desesperación: “¡No tenemos ni qué ponernos! Todas mis cosas están allá…”.
La casa afectada por el derrumbe albergaba a siete integrantes, incluyendo niños y una adolescente. Marianit Fatama, una de las residentes, relata que la tragedia ocurrió en un momento en que la familia cenaba, y que al escuchar el estruendo, vecinos acudieron rápidamente a rescatar a quienes quedaron atrapados entre los escombros. La situación de la vivienda superior, de propiedad de otra vecina, también presenta serias fisuras, y parte de esta quedó suspendida en el aire, sin soporte ni base firme, lo que ha causado temor entre los residentes, especialmente por la cercanía de un poste de luz que también presenta movimientos peligrosos.

La vecina que vive en la vivienda suspendida, quien perdió a su esposo en la pandemia, pide ayuda urgente: “No tengo dónde más vivir. Hoy no he amanecido en mi casa. Necesito que alguien me ayude porque tengo miedo del poste y de que caiga sobre mi familia”. La inseguridad aumenta ante la posibilidad de un nuevo derrumbe, pese a las escasas acciones de las autoridades municipales.
Según las familias consultadas, la estructura de piedras ya tenía más de veinte años y se presume que las lluvias recientes, sumadas al sismo de magnitud 6.1 ocurrido en Lima durante el Día del Padre, habrían sido los factores que desencadenaron la tragedia. Los residentes exigen una respuesta rápida para evitar que una situación similar vuelva a poner en riesgo la vida y la propiedad de los habitantes del sector.
Autoridades y voluntarios han realizado algunas acciones, pero el peligro persiste. Es necesario que las entidades competentes actúen con prontitud y brinden soluciones definitivas para la seguridad de estas familias en riesgo.




