Mototaxistas de SJL exigen acción inmediata ante balaceras y amenazas.
- owenvalencia20
- 22 jul
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Este martes 22 de julio, más de cinco mil mototaxistas de San Juan de Lurigancho (SJL) suspendieron sus labores en una masiva manifestación que alcanzó un nivel de emergencia, evidenciando la grave situación que atraviesa el gremio. El movimiento inició en los alrededores del parque zonal Huiracocha, en la intersección de las avenidas Próceres de la Independencia y Tusilagos, y tiene como destino final la municipalidad distrital, donde esperan ser atendidos por el alcalde Jesús Maldonado y recibir un pronunciamiento del Ministerio del Interior.
Los trabajadores del rubro expresaron su cansancio frente a la escalada de violencia, caracterizada por ataques armados, extorsiones y amenazas que han convertido su actividad en una de las más peligrosas del distrito. En la última semana, al menos tres agresiones violentas han dejado como saldo dos mototaxistas heridos y un domicilio baleado, hechos que evidencian la magnitud de la problemática.
Mario Arce, secretario general de la Confederación Nacional de Mototaxistas del Perú, describió la situación como “insostenible” y alertó que “el 60% de las empresas del distrito están sometidas a la delincuencia común”. En declaraciones a Buenos Días Perú, detalló que recientes ataques incluyen balazos a compañeros en Sarita Colonia y que la inacción de la Policía agrava aún más la problemática.
Los manifestantes demandan una intervención urgente y cambios en la seguridad del distrito. Entre sus principales exigencias está la presencia de nuevas autoridades policiales en la zona y una respuesta concreta de las autoridades nacionales. Si no reciben una solución efectiva, han anunciado que marcharán nuevamente el 30 de julio hacia la sede del Ministerio del Interior.
Las protestas también responden a las declaraciones del ministro del Interior, Carlos Malaver, quien afirmó que más del 80% de las víctimas de asesinatos por extorsión estarían vinculadas a actividades ilícitas. Los mototaxistas rechazaron tajantemente esas aseveraciones, asegurando que sus actividades son formales y que la mayoría de los afectados son trabajadores honestos.

Asimismo, Mario Arce denunció que las mafias están exigiendo entre 25 y 30 mil soles para permitir la entrada de nuevas empresas y cobran hasta 10 soles diarios por cada mototaxista. La situación se complica con casos en los que empresas pagan doble cupo por la presión de varias organizaciones criminales, en lo que presumen, hay incluso alguna complicidad de dirigentes que recolectan dinero para las bandas.
Este movimiento evidencia la profunda crisis de seguridad que viven los mototaxistas, quienes esperan ser escuchados y que se tomen acciones inmediatas para devolverles la paz y la estabilidad en su labor diaria.




