Maduro: EE. UU. prepara una agresión militar contra Venezuela; el régimen venezolano dice estar protegido por la ley internacional

Nicolás Maduro advirtió este lunes que Estados Unidos podría avanzar hacia una agresión de carácter militar contra Venezuela, señalando que su gobierno está protegido por las leyes internacionales para enfrentarla. En rueda de prensa con medios extranjeros, el presidente aseguró que Washington ha desplazado ocho buques de guerra al Caribe en un operativo que calificó de antinarcótico, pero que, a su juicio, tiene un doble objetivo: ejercer presión política y, si fuese necesario, recurrir a la fuerza.

“Hay una agresión en camino, de carácter militar, y Venezuela está facultada por las leyes internacionales para hacerle frente”, declaró Maduro, detallando el despliegue naval observado en aguas del Caribe. El jefe de Estado venezolano afirmó que ese movimiento militar “echó por tierra” las vías de comunicación existentes con Estados Unidos y que, en ese contexto, la relación bilateral se ha deteriorado de manera evidente.

Aun así, el mandatario insistió en que las puertas de diálogo no están completamente cerradas. Señaló que persiste “un hilo básico” de comunicaciones con el embajador de Estados Unidos, John T. McNamara, quien se encuentra radicado en Bogotá. En su análisis, Maduro afirmó que la ruptura de canales formales de diálogo obedece a las amenazas y a la retórica de Washington, pero negó que la relación esté irremediablemente fracturada.

La discusión se enmarca en una tensión que se ha recrudecido desde 2019, cuando ambos vecinos suspendieron relaciones diplomáticas. En años recientes, no obstante, se han celebrado encuentros entre delegaciones para tratar temas puntuales, como el canje de prisioneros y la deportación de migrantes venezolanos. Maduro aseguró que el actual despliegue militar “pone a prueba” esas gestiones parciales y subrayó la necesidad de mantener la vigilancia sobre lo que, en su opinión, son movimientos agresivos por parte de Estados Unidos.

Washington ha justificado su postura atribuyendo vínculos entre el gobierno venezolano y el narcotráfico, además de haber puesto una recompensa de 50 millones de dólares por la captura del mandatario. En este contexto, Maduro sostuvo que la respuesta venezolana no será pasiva: “El país está en la capacidad de defender su soberanía y proteger a su población”, afirmó.

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Analistas consultados por la prensa internacional señalan que, más allá de las declaraciones retóricas, el escenario actual podría tensar aún más una frontera ya volátil en la región, con un aumento de la presencia naval y de nuevas acusaciones mutuas. Expertos advierten sobre la fragilidad de los canales diplomáticos ante una escalada que podría afectar también a ciudadanos venezolanos y a terceros países con intereses en la zona.

Venezuela alega estar amparada por el derecho internacional para responder ante una amenaza que, según Maduro, sería real y próxima. Estados Unidos, por su parte, mantiene que sus acciones militares se enmarcan dentro de operaciones antinarcóticas y de presión política, mientras que la comunidad internacional observa con atención la evolución de las tensiones y las posibles repercusiones regionales.