López-Chau podría quedarse sin la alianza que anunciaba junto a Salvemos al Perú.

La alianza electoral anunciada entre Ahora Nación, liderado por Alfonso López-Chau, y Salvemos al Perú, encabezado por Mariano González, quedó en suspenso tras la decisión de la Dirección Nacional de Registro de Organizaciones Políticas (DNROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE). La Resolución N° 000248-2025-DNROP/JNE detalla que la inscripción conjunta no puede proseguir mientras Salvemos al Perú enfrenta dos procedimientos administrativos internos que se encuentran en trámite, lo que frena de facto la alianza.

El trasfondo de la disputa interna en Salvemos al Perú aparece evidente en la pugna entre dos figuras clave del partido. Por un lado, figura el personero legal titular, Julio César Gamboa, quien representa la defensa de una ruta institucional que marca diferencias con la directiva. Por el otro, el presidente de la agrupación, Guillermo Suárez, a quien se atribuye un liderazgo que encuentra resistencia entre ciertos sectores del comité. A lo largo de las últimas semanas, Suárez y el vocero Jaime Freundt han manifestado públicamente su rechazo a la inscripción de la candidatura conjunta con Ahora Nación, lo que refleja una fractura interna más amplia sobre la dirección y las alianzas estratégicas para el periodo electoral.

Las fuentes cercanas a la DNROP indicaron que, si bien la resolución suspende el proceso de inscripción conjunta, no se descarta una revisión si se regularizan los procedimientos internos de Salvemos al Perú. Expertos legales señalan que, en estos casos, la salida más probable para destrabar la situación suele ser la finalización de la inscripción de los directivos y la adecuación estatutaria conforme a los requisitos del organismo electoral. Sin embargo, esto requiere acuerdos dentro del propio partido, algo que, hasta ahora, parece estar en una fase crítica.

Analistas políticos destacan que la suspensión impacta no solo a la alianza específica entre López-Chau y González, sino también a la percepción pública sobre la estabilidad de Salvemos al Perú y su capacidad para presentar una candidatura competitiva. Por su parte, López-Chau ha evitado declaraciones contundentes sobre el futuro de la alianza, limitándose a responder que “la legalidad y la transparencia deben regir cualquier movimiento” y que están atentos a la evolución del proceso en DNROP/JNE.

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En el corto plazo, las agrupaciones podrían valorar tres escenarios: 1) regularizar plenamente la estructura directiva y modificar el estatuto para cumplir con los requerimientos, 2) revisar la posibilidad de presentar una candidatura independiente o una alianza distinta, o 3) esperar una resolución definitiva que permita la continuidad natural de la coalición, siempre que Salvemos al Perú logre superar los trámites pendientes.

Lo que sí parece claro es que, mientras no se normalicen las condiciones internas del partido, la alianza que prometía consolidar una dupla entre López-Chau y González permanecerá en un punto muerto. Este episodio subraya la importancia de la cohesión interna y de la claridad normativa para evitar interrupciones que afecten la confianza de los votantes y la viabilidad de las candidaturas.