“La traición se la pagaron con traición”: Petro ataca a Boluarte tras destitución
- owenvalencia20
- 10 oct
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La salida de Dina Boluarte de la Presidencia del Perú ha detonado una nueva fase de tensión en la región y ha generado una oleada de reacciones entre actores políticos de distintos países. Entre ellas, las palabras del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien mantuvo una relación tensa con la mandataria peruana durante su gestión. En un mensaje publicado en la red social X, Petro afirmó: “La traición se la pagaron con traición”.
La declaración de Petro vino acompañada de una defensa a Pedro Castillo, expresidente destituido en diciembre de 2022 por lo que la Fiscalía y diversos sectores han definido como una “incapacidad moral” para ejercer el cargo. En su intervención, Petro señaló que “queda un presidente elegido popularmente preso y sin ser condenado. Es la ruptura de la Convención Americana de Derechos Humanos que se debe discutir de nuevo en todas las Américas”, aludiendo a la prisión que Castillo enfrenta tras intentar disolver el Congreso peruano, una acción que muchos catalogaron como un intento de golpe de Estado.
Las relaciones entre Petro y Boluarte estuvieron marcadas por una retórica de confrontación y por episodios de fricción diplomática desde el inicio del actual mandato peruano. Boluarte, por su parte, respondió a las críticas señalando intervenciones externas en asuntos internos del Perú. Los intercambios de acusaciones y las declaraciones cruzadas derivaron en la retirada de embajadores y un enfriamiento notorio de la cooperación bilateral en foros regionales como la Comunidad Andina y la Alianza del Pacífico.
Uno de los episodios más tensos fue la disputa fronteriza en torno a la isla Santa Rosa, en el río Amazonas. La promulgación de la Ley N.º 32403, que creó el distrito de Santa Rosa de Loreto, fue interpretada por Bogotá como una acción unilateral sobre un territorio en disputa. Petro calificó la medida como una “provocación innecesaria” y llamó a revisar de forma técnica los límites amazónicos, mientras Lima defendía la integridad territorial peruana. En este marco, surgieron incidentes diplomáticos y reportes de sobrevuelo de aeronaves sin autorización, elevando la tensión entre los dos gobiernos.

El ciclo político que llevó a la destitución de Boluarte, ocurrida tras los comicios de 2022 cuando Castillo fue removido, ha quedado marcado por protestas y una respuesta del Estado que ha sido objeto de escrutinio nacional e internacional.
Boluarte asumió la presidencia tras la salida de Castillo y enfrentó una serie de críticas por la gestión de la crisis social y por denuncias de derechos humanos durante la represión de las protestas. En el frente judicial, la Fiscalía ha abierto investigaciones por posibles abusos de autoridad y violaciones a derechos humanos, mientras otros procesos por controversias institucionales y por situaciones asociadas a su periodo de gobierno también han copado la atención pública.
El relato de esa relación bilateral reciente entre Perú y Colombia ilustra, en última instancia, la compleja interdependencia de la región en materia de gobernanza, seguridad y derechos humanos. A medida que ambos países reevalúan sus vínculos institucionales y su papel en foros regionales, la conversación sobre legitimidad democrática, separación de poderes y mecanismos de actuación ante crisis políticas continúa siendo un eje de debate clave para la región.




