¡La mitad de los mercados de Lima bajo extorsión y ataques!

Una problemática alarmante aqueja a los principales mercados de Lima Metropolitana, donde aproximadamente la mitad de estos centros enfrenta serias amenazas de extorsión y violencia, en algunos casos con atentados que ponen en riesgo la seguridad de comerciantes y consumidores. Desde 2024 hasta lo que va de 2025, esto ha sido confirmado por el estudio “Emprende Seguro”, elaborado por la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Lima, una organización que ha venido documentando el incremento de estos delitos en distintos distritos de la capital.

Según el presidente de la asociación, Juan Moreno, los distritos más afectados son Comas, San Martín de Porres, San Juan de Lurigancho, Puente Piedra, Villa María del Triunfo, La Victoria y San Juan de Lurigancho. En estos lugares, los actos delictivos no solo incluyen la extorsión mediante cartas amenazantes, muchas de ellas acompañadas con balas o fotografías que muestran seguimiento a los comerciantes, sino también ataques violentos que van desde incendios provocados, explosivos hasta disparos contra los mercados.

Entre los mercados más grandes y afectados en la actualidad destacan Fevacel y el Mercado de Frutas de La Victoria. El primero, con más de 3,000 comerciantes, fue víctima de un atentado con granadas y de amenazas directas contra una comerciante. El segundo, con cerca de 4,000 asociados, ha enfrentado múltiples casos de extorsión en los últimos meses. Moreno precisó que estos hechos se repiten en otros centros de abasto como Huamantanga en Puente Piedra, Unicachi, Mercado Central de Comas, Mega 80, y varios en Villa María del Triunfo y San Juan de Lurigancho.

Se estima que unos 36,000 comerciantes, ya sea directamente o a través de sus familias, han sido afectados por la ola de delincuencia que azota estos espacios. La gravedad del problema ha llevado a las organizaciones sociales a solicitar acciones concretas por parte de las autoridades locales y nacionales.

Moreno hizo un fuerte llamado a los alcaldes de Lima y de los distritos afectados, incluyendo al burgomaestre Rafael López Aliaga, para que asuman su responsabilidad en la seguridad en los centros de abasto. “Lamentablemente, mientras el alcalde de Lima lidera el Comité Regional de Seguridad Ciudadana (Coresec), poco o nada ha hecho para detener esta ola de extorsiones en la capital”, afirmó. También criticó la falta de acciones eficaces en otros distritos, donde las autoridades parecen centrarse en reprimir a comerciantes ambulantes en lugar de brindarles condiciones seguras.

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Asimismo, Moreno resaltó que, si bien el Ministerio del Interior y la presidenta Dina Boluarte deben dirigir la lucha contra la delincuencia en general, los alcaldes tienen un rol clave en la seguridad local. Como ejemplo, mencionó el caso del distrito de Surquillo, donde la alcaldesa Cintia Loayza ha clausurado al menos cinco mercados, algunos de los cuales permanecen cerrados desde hace casi un año. Esto ha provocado que los comerciantes ocupen calles aledañas, siendo vulnerables a las extorsiones y otros delitos.

Este panorama evidencia la crisis de seguridad en los centros de abasto limeños, que requiere una respuesta coordinada y efectiva entre las autoridades y las comunidades. La lucha contra las mafias de cobro de cupos y los atentados en los mercados sigue siendo un desafío urgente, que amenaza no solo la integridad de los comerciantes sino también la estabilidad económica de uno de los sectores más importantes de la ciudad.