La capital paralizada: transportistas exigen paz tras ola de crímenes

La capital peruana se encuentra hoy en una paralización casi total de su sistema de transporte público, resultado del paro convocado por los transportistas como una forma de protesta contra la violencia que azota al sector. Esta medida, descrita por sus líderes como un "pedido de auxilio", ha llevado a un notable desierto en las principales avenidas de Lima y Callao, evidenciando la tensión que se vive actualmente. A primera hora de la mañana, la Avenida La Marina se presentaba vacía, sin micros y con escasa circulación de personas, mientras que la Avenida Faucett mostraba un panorama similar con paraderos desiertos.

En medio de este contexto, la Policía Nacional del Perú ha intensificado su vigilancia mediante un operativo aéreo con el objetivo de mantener la seguridad ciudadana durante la jornada de protesta. Según el jefe del Estado Mayor de la PNP, Óscar Arriola, se han desplegado 13,000 policías en las calles de Lima y Callao. Arriola condenó la violencia sufrida por los transportistas, calificando de "cobardes" a aquellos que cometen actos de sicariato y extorsión.

Los testimonios de los conductores reflejan un clima de creciente indignación. Uno de ellos, visiblemente afectado, señaló: "No hay solución, siguen matando compañeros". Esta frase resuena como un eco del miedo y la frustración que embargan a quienes arriesgan su vida a diario en las calles. Aunque el premier, Gustavo Adrianzén, expresó sus condolencias a las familias de los transportistas asesinados y defendió el estado de emergencia implementado por el gobierno, su mensaje no ha logrado calmar la urgencia de respuestas efectivas ante la violencia. En sus declaraciones, Adrianzén admitió que "hay resultados, insuficientes todavía", y enfatizó que el gobierno está trabajando en redoblar los esfuerzos para tratar de controlar la ola de criminalidad. Sin embargo, para muchos en el sector del transporte, la situación parece no mejorar.

Publicidad

La movilización ha alcanzado también a la empresa de transporte Etuchisa, conocida como 'El Chino', donde sus trabajadores han llevado a cabo una marcha de protesta en Los Olivos, exigiendo justicia por el reciente asesinato de uno de sus compañeros. En un contexto donde la violencia parece no dar tregua, la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) ha decidido extender los horarios del Metropolitano y de los Corredores Complementarios, buscando facilitar algún tipo de movilidad a los ciudadanos ante la paralización. La DRELM también anunció que las clases en los colegios públicos de Lima se realizarían en modalidad virtual debido al paro, reflejando el impacto que la situación está teniendo en diversos sectores de la sociedad.

El paro de transportistas no sólo es un acto de protesta; es un grito desesperado por la vida y la seguridad de quienes trabajan incansablemente en las calles de la ciudad.