JavIer Prado, foco de transporte irregular: la ATU advierte sobre la impunidad y el aumento de unidades informales

La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) dio a conocer este viernes un panorama inquietante sobre el transporte informal: en la avenida Javier Prado, una de las arterias más transitadas de la ciudad, se concentra un flujo de vehículos que operan fuera del marco regulado, con más de mil unidades identificadas en un solo día. La autoridad sostiene que este auge del transporte informal ha generado un efecto dominó de riesgos para pasajeros, taxistas y personal fiscalizador, y ha contribuido a un ambiente de impunidad en la vía pública.

La ATU puntualizó que el escándalo reciente en San Borja —un incendio provocado a una miniván que había sido intervenida por brindar servicio informal— es un indicio claro de la relación entre estas operaciones irregulares y actos delictivos. Según el vocero institucional, Pavel Flores, la agresión se produjo cuando un grupo de personas interceptó la grúa que trasladaba la unidad, golpeó al conductor y a los fiscalizadores presentes y, posteriormente, incendió la unidad. Estas acciones, sostiene la ATU, se suman a una batería de hechos que muestran la peligrosidad de la informalidad en el transporte.

En declaraciones a la agencia Andina, Flores sostuvo que la entidad presentará una denuncia penal contra los responsables del ataque. La querella incluirá cargos por resistencia a la autoridad, exposición al peligro, daños y lesiones, y estará respaldada por imágenes de cámaras de seguridad que registraron el suceso. El vocero señaló además que la violencia contra los fiscalizadores es un fenómeno persistente: durante este año se han registrado alrededor de 300 agresiones en Lima y Callao, una cifra que la ATU considera apenas la punta del iceberg de una problemática estructural.

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Desde la ATU se insistió en que el transporte informal opera con relativa impunidad en varias avenidas de la capital, pero se enfatizó que la Javier Prado representa un punto crítico: “solo en esa avenida se identificaron más de mil vehículos informales en un solo día”, según explicó Flores. Este dato, que la ATU describe como alarmante, se suma a las denuncias de usuarios y conductores sobre la dificultad para distinguir entre servicios regulados y no regulados en zonas de alto flujo vehicular.

El comunicado oficial subraya que la lucha contra el transporte informal no solo tiene implicaciones económicas para el sistema de transporte, sino también de seguridad ciudadana. Las autoridades insisten en la necesidad de reforzar la vigilancia, ampliar la presencia de fiscalizadores y acelerar las gestiones administrativas para regularizar a los transportistas informales que deseen formalizarse. En ese marco, el gremio y la ciudadanía coinciden en que la solución pasa por un enfoque integral que combine sanciones, incentivos a la formalización y una gestión de tráfico más eficiente en arterias clave como la Javier Prado.