Ipsos revela: Keiko, López Aliaga y Álvarez lideran las preferencias, pero la mitad del país no los apoyaría.

A menos de nueve meses de las elecciones generales 2026, el panorama político en Perú atraviesa un momento de incertidumbre y desafección, según revela la última encuesta de Ipsos.

La pesquisa, realizada a nivel nacional los días 3 y 4 de julio, muestra que un 50% de la ciudadanía no siente ninguna afinidad por los candidatos que actualmente lideran las preferencias electorales. Esto refleja una tendencia preocupante en una nación donde la confianza en los políticos y en el proceso electoral parece diluirse.

En el ámbito de las preferencias, Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, mantiene la delantera con un 9%, seguida por Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, con un 7%, y Carlos Álvarez, de País para Todos, con un 6%. Sin embargo, estos números contrastan con un dato revelador: un 37% de los encuestados expresan que, si las elecciones fueran hoy, votarían en blanco, viciado o simplemente no votarían a ningún candidato. Además, un 13% restante no precisó su postura, evidenciando el bajo nivel de confianza en las opciones actuales.

El estudio también revela que la inseguridad ciudadana continúa siendo el principal problema para los peruanos, con un 56% que la identifica como prioridad. En respuesta a esta problemática, el porcentaje de quienes optan por líderes con mano dura para mantener el orden aumentó del 34% en abril al 43% en julio. Sin embargo, la población también desea mantener ciertos avances económicos; un 23% expresa preferencia por un liderazgo que impulse la economía de mercado, y un 9% valora quienes defienden los valores familiares tradicionales.

En cuanto a la experiencia y preparación para gobernar, la mayoría de los peruanos priorizan candidatos con conocimiento en la realidad del país y experiencia previa, con un 33% y un 21%, respectivamente. La encuesta también refleja que, si bien la inseguridad es el problema más apremiante, otros flagelos como la corrupción (54%) y el abuso de autoridad (23%) también generan gran preocupación en la ciudadanía.

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Este escenario complejo, marcado por la desconfianza y la inseguridad, indica que aún no hay un liderazgo claro que logre consolidar el respaldo ciudadano, lo que complica las proyecciones para las próximas elecciones y abre un amplio campo de incertidumbre en la política peruana.