Inseguridad y paralizaciones amenazan el pronóstico de crecimiento del Perú en 2025.

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) ha revisado al alza su pronóstico de crecimiento para la economía peruana en 2025, estimando que el Producto Bruto Interno (PBI) podría crecer alrededor del 3%, en comparación con la anterior proyección de 2.8%. Sin embargo, en medio de esta optimista expectativa, el gremio empresarial ha manifestado una serie de alertas que podrían poner en duda la sostenibilidad de dicho avance.

Óscar Chávez, director del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la CCL, destacó que, si bien los indicadores recientes muestran signos de recuperación, existen factores internos que representan un riesgo significativo para la estabilidad económica del país. Entre estos, resaltó el aumento de paralizaciones en diversas regiones del interior, así como la creciente incertidumbre política en el período previo a las elecciones nacionales.

“La inseguridad ciudadana representa una problemática que podría entorpecer el dinamismo de la economía y alterar las proyecciones de crecimiento”, advirtió Chávez, quien además precisó que la recuperación del sector servicios, comercio y construcción ha sido fundamental para modificar favorablemente las expectativas.

En cuanto a consumo privado, la CCL confía en una tasa de crecimiento de 3.1% para el año en curso, sustentada en la recuperación cíclica de la economía, la creación de empleo formal —que en parte explica el crecimiento promedio mensual del 7.1% en contrataciones hasta abril— y una inflación controlada de 1.7%. Esto ha fortalecido el poder adquisitivo de los hogares, estimulando el consumo.

Por el lado de la inversión privada, la expectativa también muestra optimismo. Se prevé una recuperación cercana al 4.9%, impulsada por la mejora en la confianza empresarial, la reducción de tasas de interés y un aumento en la inversión residencial.

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No obstante, el gremio no perdió de vista las metas fiscales del país. Estimaron que el déficit fiscal para 2025 alcanzará aproximadamente el 2.7% del PBI, resultado que mantendrá al Perú fuera del cumplimiento de las metas fiscales establecidas por el Ministerio de Economía y Finanzas por tercer año consecutivo. Según los expertos, esta situación podría tener consecuencias graves, incluyendo una posible reducción del grado de inversión, lo que elevaría los costos del financiamiento tanto para el sector público como privado.

En conclusión, si bien existe un escenario positivo para la economía peruana en 2025, las inquietudes sobre la inseguridad y la fragilidad fiscal exigen atención y medidas que aseguren un crecimiento sostenible y equilibrado.