Gustavo Adrianzén enfrenta una inminente censura en el Congreso con mayoría sólida de votos.
- owenvalencia20
- 13 may
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El escenario político en Perú se encuentra al borde de un giro decisivo. Mañana miércoles 14, el Congreso se prepara para someter a debate y votación cuatro mociones de censura contra el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. Con el respaldo de legisladores de once bancadas, estas mociones suman un total de 78 votos a favor, una cifra que podría incrementarse con el apoyo de cinco parlamentarios no agrupados.
En concreto, los votos en respaldo a la censura provienen de legisladores de bancadas como Podemos Perú, Bloque Democrático Popular, Bancada Socialista, Acción Popular, Juntos por el Perú, Bloque Magisterial, Perú Libre, Renovación Popular, Avanza País, Honor y Democracia, además de los no agrupados Ed Málaga, Maricarmen Alva, Margot Palacios, Edwin Martínez y Flor Pablo.
De aprobarse en la sesión semipresencial de aproximadamente tres horas, estas mociones obligarían al primer ministro a presentar su renuncia, ya que la normativa del Congreso establece que el presidente de la República debe aceptar la dimisión en un plazo de 72 horas. En ese escenario, la crisis en el gabinete sería inevitable, poniendo en jaque la continuidad del Ejecutivo.
El impulso de estas mociones responde a una insatisfacción por la gestión de Adrianzén en materia de seguridad ciudadana, especialmente tras los hechos ocurridos en Trujillo, donde 13 mineros fueron secuestrados y posteriormente asesinados. La justificación de las mociones se fundamenta en la percepción de "inacción" y "falta de liderazgo" del jefe del gabinete para hacer frente a la violencia y el crimen organizado que han cobrado decenas de vidas en lo que va del año.

La sesión, que se realizará de modo semipresencial, fue organizada por la Junta de Portavoces del Congreso, incluyendo reglas estrictas: no se permitirán interrupciones o ampliaciones de tiempo, y los legisladores no agrupados tendrán un minuto para expresar su postura. La discusión se centrará en la responsabilidad política de Adrianzén frente a la crisis de seguridad y su supuesta ineficacia para gestionar la situación.
Este proceso, además de representar una crisis política, pone en evidencia las profundas heridas en el panorama político peruano, en el que la falta de consenso y la polarización pueden definir el rumbo del país en los próximos días. La decisión que tome el Congreso no solo afectará al Ejecutivo, sino que también será un indicador del ánimo político actual ante los graves problemas de inseguridad y gobernabilidad.