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Gobierno peruano aprueba presencia de fuerzas estadounidenses para cooperación en seguridad

  • owenvalencia20
  • 5 dic
  • 2 Min. de lectura

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El Pleno del Congreso aprobó este jueves la autorización para el ingreso de personal militar de Estados Unidos al territorio peruano, permitiendo que agentes de las fuerzas armadas estadounidenses transiten con armamento de guerra desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2026. La medida, consignada en la Resolución Legislativa 13436/2025-CR y publicada en el diario oficial El Peruano, establece que el equipo de la Unidad de Fuerzas Especiales realizará entrenamientos conjuntos con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú.


Según el documento, durante la permanencia de un año, la rotación del personal estadounidense se efectuará cada tres a seis meses. Los entrenamientos se desarrollarán principalmente en Lima y en otras provincias del país. El Anexo de la resolución detalla además el cronograma de rotaciones y las fases de integración operativa con las instituciones peruanas.


La noticia ha generado debate sobre la soberanía nacional y la naturaleza de la cooperación militar. Frente a cuestionamientos sobre posibles impactos en la autonomía de las instituciones peruanas, las autoridades señalan que la medida se enmarca dentro de procesos de cooperación establecidos en foros internacionales y que busca fortalecer capacidades logísticas y de seguridad. En este sentido, se recordó que, en 2024, durante las sesiones del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), ya se dispuso un contingente similar para brindar apoyo logístico y de seguridad, lo que, según los responsables, no representó una medida extraordinaria.


Las autoridades consultadas enfatizan que el despliegue se llevará a cabo bajo salvaguardas legales y de supervisión institucional, con controles de armamento y protocolos de seguridad establecidos. No obstante, persisten interrogantes sobre la transparencia del proceso y la supervisión parlamentaria del acuerdo, así como sobre la eventualidad de que estas operaciones influyan en otros ámbitos de la política exterior peruana.


Expertos en seguridad y relaciones internacionales señalan que la presencia de personal militar extranjero para entrenamiento puede generar beneficios en capacidades operativas, siempre que se respeten los marcos normativos y de derechos humanos. También advierten sobre la necesidad de mantener mecanismos de rendición de cuentas y de mantener a la ciudadanía informada sobre el alcance y los límites de la cooperación.

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En respuesta a consultas de la prensa, el gobierno sostuvo que la medida responde a intereses estratégicos compartidos y a una necesidad de fortalecer capacidades de defensa y respuesta ante emergencias. Aseguró, además, que las operaciones estarán coordinadas con los mandos institucionales y sujetas a evaluaciones periódicas para garantizar que la cooperación cumpla con los principios de soberanía y autodeterminación.


La aprobación en el Congreso marca un hito en la relación entre ambos países y abre un periodo de implementación que, según los próximos informes oficiales, deberá ser evaluado en función de resultados tangibles en seguridad y capacidad operativa de las fuerzas nacionales. Las autoridades invitaron a la ciudadanía a seguir la evolución del programa y a participar en futuras rendiciones de cuentas sobre su desarrollo y alcance.

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