Gabinete Álvarez mantiene la misma línea política; Quito advierte sobre la falta de un cambio real
- owenvalencia20
- 21 oct.
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En una jornada marcada por declaraciones duras y un claro posicionamiento político, el congresista Jaime Quito rechazó la designación de Fernando Rospigliosi como presidente del Congreso. En entrevista con Canal N, Quito sostuvo que el actual titular del Parlamento “no representa a la mayoría” y apuntó que su actitud carece de la mesura que el cargo exige.
Quito explicó que su bancada no acompañará la votación de confianza solicitada por el nuevo Gabinete, liderado por Ernesto Álvarez. Según el parlamentario, la propuesta ministerial no representa un cambio sustantivo en la conducción del país, sino la continuidad de un modelo que, a su juicio, ha profundizado la crisis política. “No se trata de una modificación de fondo, sino de mantener una línea que ya ha mostrado sus límites”, afirmó.
Las declaraciones se producen en un contexto de tensión institucional, donde la conformación del nuevo gabinete ha generado cuestionamientos entre distintos sectores del Congreso. Quito reiteró que su grupo evaluará cada medida con un criterio de “concordancia con la realidad social” y advirtió que cualquier paso que se perciba como un intento de consolidar posiciones políticas podría enfrentar una resistencia firme en la bancada.
En relación al proceso para la presidencia del Congreso, el congresista recordó que la representación en el Parlamento debe corresponder a la diversidad de fuerzas que lo integran. “La legitimidad no se negocia”, afirmó, subrayando que la búsqueda de consensos debe pasar por una lectura más amplia de las realidades políticas y sociales del país.

Caso “cócteles”Sobre el fallo reciente del Tribunal Constitucional que ordena archivar el caso conocido como “cócteles” contra Keiko Fujimori, Quito afirmó que la decisión representa una intervención que, a su juicio, sería inconstitucional en el Poder Judicial. Advirtió que este precedente podría sentar un efecto dominó favorable a otros investigados y complicar la adecuada separación de poderes. “La judicialización de procesos penales no debe convertirse en una práctica ordinaria que desvirtúe la independencia judicial”, comentó.
La oposición y distintos sectores continúan evaluando el impacto político de estas decisiones y la forma en que se podrían articular nuevas estrategias para enfrentar lo que algunos observadores designan como un momento de reacomodamiento en el mapa político nacional.




