Familiares y pescadores claman por acciones concretas tras 50 días de desaparición en Pucusana.
- owenvalencia20
- 2 may.
- 2 Min. de lectura

Desde hace más de un mes, una tragedia mantiene en tensión a Pucusana. Cinco pescadores que partieron rumbo a alta mar en busca de pota desaparecieron sin dejar rastro, y la incertidumbre continúa creciendo. La última comunicación que tuvieron sus familiares fue un escueto mensaje, el 19 de marzo, donde denunciaban problemas a bordo de la embarcación. Desde entonces, el silencio ha sido el único eco en tierra.
Los afectados —entre ellos Vladimir González Peña, José Luis Alvines Mendoza, José Gabriel Alvines Machacuay, Johnny Isaza López, de nacionalidad colombiana, y un quinto tripulante aún sin identificar— no pierden la esperanza, pero sí la paciencia. “Hemos navegado 500 millas buscando a mi hermano”, revela uno de los familiares, angustiado, y denuncia que han recorrido las autoridades y las instituciones en busca de respuestas. Sin embargo, afirma que la ayuda recibida ha sido escasa o nula. "Nos prometieron una búsqueda aérea que nunca llegó. Solo queremos que alguien nos diga que van a buscarlos de verdad", añaden.

La comunidad pesquera de Pucusana ha mostrado su solidaridad con las familias afectadas, paralizando sus labores en señal de protesta. La difícil situación reclama de acciones reales por parte del Estado. Los familiares y pescadores exigen que se active un plan de búsqueda urgente, con recursos adecuados como avionetas, barcos y personal altamente capacitado para no dejar a la deriva la esperanza de encontrar a los desaparecidos.
En una carta abierta, las familias han pedido directamente al ministro de Defensa, Walter Enrique Astudillo Chávez, que tome las riendas de la búsqueda. La necesidad de respuestas inmediatas se hace evidente y el clamor popular crece, mientras el mar sigue siendo una meta inexplorada y silente.




