¡Extorsiones en Perú se disparan un 700% en 2025! La crisis más grave en años.

El panorama de seguridad en Perú enfrenta cambios drásticos en 2025, con indicadores que reflejan un incremento alarmante en diversos delitos. Según el Sistema de Denuncias Policiales (Sidpol), las cifras de extorsión, homicidio y otros crímenes graves muestran un panorama complejo que pone a prueba la capacidad del Estado y la percepción de seguridad en distintas regiones del país.

El delito de extorsión, que en años anteriores mantenía un promedio de 10 denuncias diarias, ha experimentado un crecimiento exponencial. De acuerdo con datos oficiales, en los primeros seis meses de 2025, los reportes por extorsión en todo el país llegaron a 17,645, lo que representa un aumento del 12% respecto al mismo período del año anterior. En Lima Metropolitana, un análisis de Juan Carbajal, reconocido analista de datos, señala que las denuncias por extorsión en esa región crecieron un 54.5% entre enero y julio, en comparación con el año pasado. La modalidad de estos delitos también se ha diversificado, incluyendo cobros de cupos, gota a gota, amenazas con armas, secuestros y ataques con explosivos.

Por otro lado, el panorama criminal también se ha agravado en otros frentes. La PNP reporta que, en el primer semestre del 2025, el número de homicidios alcanzó 1,135 casos, superando en un 2% las cifras del mismo período del año anterior. De estos, un 58% fueron por sicariato, evidenciando un incremento del 16% en comparación con 2024. La violencia por encargo, conocida como criminalidad por encargo, se mantiene como una de las principales causas de muerte, con 661 casos en el semestre, mientras que los homicidios calificados y con armas de fuego sumaron varias decenas más.

Regiones como Lima, Callao y La Libertad concentran la mayor cantidad de estos delitos, aunque en algunos lugares se registran variaciones a la baja. La cantidad de delitos disminuiría ligeramente en algunas áreas, pero la tendencia general indica una fuerte presencia de organizaciones criminales más fuertes y numerosas que en 2019 y 2020, según fuentes policiales.

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El gobierno de Dina Boluarte enfrenta, en esta coyuntura, una prueba clave: reducir la creciente ola de delincuencia antes de un año electoral que promete ser polarizado y de gran tensión social. La percepción de inseguridad se agrava a medida que la criminalidad se extiende, y los actores políticos debaten entre medidas emergentes y propuestas a largo plazo para frenar esta tendencia.