Estos distritos tienen suelos que pueden colapsar en un terremoto y poner en peligro a miles.
- owenvalencia20
- 19 jun
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Un preocupante diagnóstico sobre la vulnerabilidad sísmica en Lima y Callao ha sido presentado por el informe del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID), difundido por el Ministerio del Ambiente (Minam). La investigación, basada en criterios de geotecnia y microzonificación, clasifica los terrenos de la capital y el puerto en seis categorías, destacando que los sectores clasificados como Zona V representan un riesgo extremo y no apto para habitar.
El mapa revela que los distritos con los suelos más peligrosos se ubican principalmente en áreas donde predomina material artificial, rellenos y desmontes sobre depresiones naturales. “Estos suelos, compuestos por rellenos sueltos o desmontes, son altamente peligrosos en caso de sismos fuertes, pues amplifican las ondas sísmicas y aumentan el riesgo de colapsos”, explica el especialista en geotecnia, quien prefirió mantenerse en el anonimato.

Entre los sectores más afectados están Ventanilla, Puente Piedra, Comas, San Juan de Lurigancho, La Molina, El Callao, La Perla, San Miguel, Magdalena, Chorrillos, Villa El Salvador y Lurín. En estos territorios habitantes de bajos recursos y autoconstrucción enfrentan un doble riesgo: la vulnerabilidad del suelo y la precariedad de las viviendas, muchas de ellas sin bases sólidas ni planificación técnica adecuada. San Juan de Lurigancho, con más de 1.280.000 residentes, es el distrito más poblado de Perú y uno de los más vulnerables, con un gran porcentaje de viviendas en zonas de alto riesgo sísmico.
Por otro lado, existen distritos considerados seguros para futuras construcciones y proyectos de infraestructura, clasificados en las zonas 1 y 2, donde el suelo rocoso y las gravas consolidado ofrecen mayor estabilidad ante movimientos telúricos. Entre ellos destacan San Martín de Porres, Los Olivos, Independencia, Lima Cercado, Miraflores y San Isidro, que aunque tienen mejor nivel de seguridad, muchas de sus áreas ya están densamente ocupadas, limitando la expansión segura de la ciudad.

Este panorama revela la necesidad de planes integrales de urbanismo y mitigación que apunten a reducir la vulnerabilidad de los distritos más peligrosos y promover construcciones en zonas con suelo estable. La seguridad de millones de habitantes de Lima y Callao depende de decisiones que deben tomarse con urgencia.




