Estado de emergencia no funciona: 548 asesinatos en solo tres meses.
- owenvalencia20
- 2 abr
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El estado de emergencia, implementado en Lima y Callao como respuesta a la creciente criminalidad, parece no estar cumpliendo su propósito. Los datos del Sistema de Información de Defunciones (Sinadef) revelan que, hasta el 30 de marzo de 2025, se han registrado 548 homicidios, lo que representa un alarmante incremento del 18% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando las muertes violentas sumaron 463. Esta información fue corroborada por el analista de datos Juan Carbajal, quien afirmó que esta cifra indica una tendencia preocupante.
Carbajal enfatizó que los homicidios de este primer trimestre están cerca de igualar los registros del tercer trimestre de 2024, y se acercan a los niveles críticos del último trimestre del año pasado. Según sus análisis, el promedio diario de homicidios ha aumentado a 6.2 en 2025, en comparación con 5.6 en 2024. “De seguir esta tendencia creciente, el año 2025 podría superar en más del 10% lo registrado en el año anterior”, advirtió.
Los recientes episodios de violencia reflejan esta oscura realidad. Un caso emblemático ocurrió en el asentamiento humano Huáscar-Tres Cruces, en San Juan de Lurigancho, donde un sicario que se hacía pasar por mototaxista ejecutó a balazos a un pasajero. La cruel escena quedó captada en las cámaras de seguridad, mostrando cómo la víctima intentó refugiarse dentro del vehículo y fue asesinada sin piedad.
En Callao, también bajo estado de emergencia, un joven de aproximadamente 20 años resultó herido en una balacera registrada en la vía pública. Los disparos resonaron cerca de la comisaría PNP Dulanto, lo que intensificó la inquietud entre los vecinos de la zona. “Necesitamos más seguridad, más resguardos”, clamaron los residentes, evidenciando el desasosiego y la impotencia que sienten ante la situación actual.
Con estos inquietantes datos y sucesos, la población comienza a cuestionar la efectividad del estado de emergencia y exige medidas más contundentes que garanticen su seguridad y la de sus familias.
