Celebrando la tradición: El tercer viernes de octubre es el día de los picarones.
- owenvalencia20
- 8 sept
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Crujientes por fuera y suaves por dentro, los picarones son más que un simple postre; son un símbolo de la identidad cultural peruana que ha acompañado a generaciones en ferias, plazas y calles. Con la reciente declaración del tercer viernes de octubre como el Día Nacional de los Picarones, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI) ha dado un paso significativo para revalorizar esta deliciosa tradición.
La resolución ministerial N.° 0337-2025-MIDAGRI no solo establece una fecha de celebración, sino que también promueve la comercialización de insumos agropecuarios esenciales para la elaboración de los picarones, como el camote, el zapallo y la caña de azúcar. Esta iniciativa busca fortalecer la economía local, generando ingresos y empleo, al tiempo que resalta el trabajo de agricultores y productores peruanos.
El MIDAGRI enfatiza que esta conmemoración no solo impulsa la economía, sino que también refuerza la identidad cultural en torno a uno de los postres más queridos del país. Así, los picarones se transforman de ser un simple antojo callejero a un emblema nacional, uniendo la tradición gastronómica con el desarrollo agrario.
¿Cuál es el origen de los picarones?
Los picarones tienen sus raíces en la época del Virreinato del Perú, inspirados en los buñuelos españoles. Este postre es el resultado del mestizaje culinario que combinó recetas europeas con insumos autóctonos. Mientras que en España se utilizaba harina de trigo y levadura, en Perú se incorporaron ingredientes locales como el zapallo y el camote, dando lugar a una masa más ligera y colorida.
Las cocineras afroperuanas y mulatas fueron las pioneras en llevar esta preparación a las calles de Lima, vendiéndolos durante procesiones y festividades. Así, los picarones se convirtieron en un dulce popular, reflejando el sabor de la ciudad colonial y la economía doméstica de estas mujeres.

Con el tiempo, el picarón dejó de ser una simple adaptación del buñuelo para consolidarse como un símbolo de la gastronomía criolla. A finales del siglo XVIII, ya se mencionaba su nombre en textos históricos, asegurando su lugar en la tradición culinaria peruana que sigue conquistando paladares hasta el día de hoy.
Los picarones son un elemento esencial durante la procesión del Señor de los Milagros, donde se ofrecen junto a anticuchos, una costumbre que ha perdurado por más de 300 años. Además, son un acompañamiento habitual en ferias populares y figuran en los menús de numerosos restaurantes, siendo uno de los postres más solicitados en lugares como El Bolivariano, en Pueblo Libre.




