Cavero Solano juró como ministro de Justicia y Derechos Humanos en medio de tensiones políticas

La presidenta Dina Boluarte tomó juramento a Cavero Solano, quien hasta esa fecha se desempeñaba como jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh) desde el 29 de mayo de 2025. En su discurso de asunción, Cavero Solano enfatizó que su función será continuar fortaleciendo la independencia judicial y la imparcialidad en la aplicación de la ley, dos principios que, dijo, deben guiar cualquier actuación del ministerio ante los retos que plantea la agenda institucional.

“Hoy, con responsabilidad y compromiso, asumo este despacho para trabajar de la mano con el Poder Judicial, con la Procuraduría y con las distintas instituciones del sistema de justicia, con el objetivo de garantizar derechos y dar certeza a la ciudadanía”, señaló Cavero Solano, entre referencias a la necesidad de fortalecer la ética pública y la transparencia.

La designación llega en un momento en que la gestión de su predecesor ha sido objeto de debates en el Congreso, y en vísperas de una moción de censura que finalmente se discutía en la cámara. Según analistas, la salida de Santiváñez podría marcar un punto de inflexión en la dinámica entre el Ejecutivo y el Legislativo, y abre preguntas sobre posibles cambios en la orientación de políticas judiciales.

Fuentes cercanas al Minjusdh destacaron que Cavero Solano, conocido por su experiencia en la asesoría institucional y por su perfil técnico, llega con la tarea de estabilizar proyectos pendientes y de impulsar iniciativas para agilizar procesos, combatir la corrupción y mejorar la atención a víctimas. “El ministerio debe trabajar con rigor y con un enfoque centrado en derechos humanos”, afirmó un funcionario que pidió no ser identificado.

Entre las versiones que circulan en la esfera política, algunas señales apuntan a un eventual interés de Santiváñez en postular a las elecciones generales de 2026. Aunque no hay confirmación oficial, el tema añade una capa de complejidad a la sucesión y a la agenda de reformas que el nuevo ministro deberá enfrentar.

Cavero Solano asumió su cargo en un periodo de revisión de políticas públicas en materia de justicia y derechos humanos, con múltiples frentes abiertos: modernización de la administración de justicia, fortalecimiento de la lucha contra la impunidad, y mejora de la atención a víctimas durante procedimientos judiciales. En ese marco, su equipo tendrá que negociar con otros poderes del Estado para avanzar en un plan de trabajo que, según especialistas, requiere consensos y claridad institucional.

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Con esta designación, la Presidencia reclama continuidad institucional y una visión pragmática para afrontar las tensiones propias de un periodo político particularmente intenso. Voces del entorno ministerial remarcaron la intención de Cavero Solano de “construir puentes” entre las distintas áreas del Estado y las entidades de la sociedad civil que trabajan en temas de justicia y derechos humanos.