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Candidato y empresario: Bermudo, ligado a APP y Oscorima, es acusado de tráfico internacional de cocaína

  • owenvalencia20
  • 10 nov.
  • 2 Min. de lectura

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En una atención mediática que combina investigación y controversia, Brucelee Bermudo Guerra, afiliado al partido Alianza para el Progreso (APP) y estrecho colaborador de Wilfredo Oscorima, fue detenido en Perú por autoridades antidrogas y liberado poco después. Un reportaje realizado por Cuarto Poder vinculó al individuo con una acusación de Estados Unidos por presunto tráfico de cocaína y su supuesta relación con el Cártel de Sinaloa, lo que ha sembrado dudas sobre la solidez de su arraigo domiciliario y su estatus legal.


Según documentos del Tribunal del Distrito Este de Texas, las autoridades estadounidenses sostienen que Bermudo podría ser responsable de facilitar el envío de hasta dos toneladas mensuales de cocaína desde el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) hacia México, con destino final en ciudades de Estados Unidos como Chicago, Baltimore y Detroit. Las pruebas citadas incluyen interceptaciones, reportes de la embajada de Estados Unidos y testimonios de colaboradores eficaces mexicanos que lo identificarían como abastecedor clave del Cártel de Sinaloa.


La Dirección de Investigación de Drogas (DIRANDRO) detuvo a Bermudo el 27 de octubre en la provincia de Bagua, en la región amazónica de Amazonas, tras semanas de vigilancia. Posteriormente fue trasladado a Lima con fines de extradición. Sin embargo, la jueza Lorena Sandoval, del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, ordenó su libertad inmediata, basándose en la atribución de arraigo domiciliario, laboral y familiar que mostraba el sospechoso.


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La fiscalía especializada en tráfico ilícito de drogas presentó apelación a la decisión, argumentando que Bermudo no acreditó un domicilio fijo, un trabajo estable ni vínculos familiares vigentes, y que su detención se había producido en una zona distinta a la declarada como residencia. Este punto ha sido objeto de discusión entre las autoridades peruanas y los fiscales, en medio de una revisión judicial que continúa.

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Durante el periodo en que Bermudo estuvo bajo investigación en Estados Unidos, circuló la versión de que mantenía una doble identidad pública. Por un lado, se presentó como empresario y figura política; por otro, como operador vinculado al tráfico ilícito de drogas. En el ámbito político local, Bermudo participó como candidato a alcalde del distrito de Sivia junto al actual gobernador Wilfredo Oscorima, manteniendo además su militancia en APP. En el registro de contrataciones públicas, su empresa Consultora Ethan B/A EIRL habría facturado al Estado en 2022 más de S/ 6,9 millones, con contratos en municipios del VRAEM. Otras firmas vinculadas a su familia, como Corporación Max B&G SAC, obtuvieron contratos por montos superiores a S/ 3 millones entre 2019 y 2021, de acuerdo con los expedientes analizados.


Las autoridades peruanas y extranjeras continúan evaluando las implicaciones de estos hallazgos, mientras la opinión pública observa con atención los vaivenes de un caso que mezcla política local, luchas contra el narcotráfico y las limitaciones de la cooperación judicial internacional.

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