Canciller Vieira no acudió a explicar el asilo a Nadine Heredia.
- owenvalencia20
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La polémica por el asilo diplomático otorgado a Nadine Heredia, esposa del expresidente Ollanta Humala, sigue generando tensiones en Brasil, en medio de cuestionamientos sobre la transparencia y el cumplimiento de las obligaciones del Gobierno brasileño. La semana pasada, la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional de la Cámara de Diputados en Brasil había programado una audiencia con el canciller Mauro Vieira para que explicara las razones y los procedimientos que llevaron a otorgar el asilo, sin embargo, el ministro no se presentó.
La ausencia, que se justificó inicialmente con un viaje de último momento, provocó reacciones duras entre los legisladores, quienes calificaron la actitud de Vieira como una muestra de irresponsabilidad y falta de respeto institucional. Filipe Barros, presidente de la Comisión, informó que recibieron un documento donde se comunicaba que el canciller asistió a una actividad con el presidente Lula da Silva, en lugar de acudir a la encuentro programado.
No obstante, varios diputados señalaron que, según sus análisis, existieron indicios de que Vieira pudo haber priorizado actividades confidenciales en su agenda, incluso argumentaron que, en el día de la citación (6 de mayo), su agenda en el despacho era aparentemente vacía, lo que habría permitido una participación en la sesión si hubiese querido.
El diputado Marcelo Van Hattem no dudó en calificar la conducta del canciller como “mentirosa” y reclamó su salida del cargo, acusando que exageró su justificación y que su comportamiento refleja una falta de respeto a las instituciones y a la población brasileña.Por su parte, Gustavo Gayer hizo una afirmación más sugerente, señalando que Nadine Heredia “debe ser muy amiga del presidente Lula”, para haber sido trasladada en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña, en una muestra más del favoritismo y complicidad que, para algunos legisladores, rodea este caso.
A pesar del incumplimiento, la comisión tomó medidas concretas, aprobando elevar la justificación enviada por Vieira a la presidencia de la Cámara para proceder con las investigaciones legales del Ministerio Público Federal. Además, decidieron convocar nuevamente al canciller y también al ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, con la intención de esclarecer todos los aspectos del proceso y posibles irregularidades que puedan involucrar delitos de responsabilidad.
De esta manera, el episodio del asilo a Nadine Heredia ha abierto una crisis política en Brasil, poniendo en entredicho la transparencia y la ética del alto mando diplomático y gubernamental en un asunto que, además de su carácter legal, tiene una altísima carga simbólica en las relaciones internacionales.
