Bolivia decide no invitar a Dina Boluarte; Perú enviará a su ministro en su lugar

En un gesto que refleja las tensiones diplomáticas recientes entre Bolivia y Perú, el gobierno boliviano decidió no extender una invitación formal a la presidenta peruana, Dina Boluarte, para participar en las conmemoraciones del Bicentenario del Estado Plurinacional de Bolivia. En su lugar, las autoridades peruanas han autorizado la presencia del ministro de Defensa, Walter Astudillo, quien representará al país en los actos oficiales programados para los días 6 y 7 de agosto en Sucre.

El Ministerio de Defensa del Perú confirmó, mediante una resolución suprema publicada el 3 de agosto de 2025, que Astudillo viajará al territorio boliviano en una aeronave de la Fuerza Aérea del Perú del 5 al 7 de agosto. La delegación peruana tiene como misión participar en los actos conmemorativos de la independencia de Bolivia, en los que, además, se buscará fortalecer los lazos históricos, sociales y culturales que unen a ambos países, aunque sin la presencia de la mandataria peruana.

Durante el período en el que el ministro esté ausente, el despacho de Astudillo será asumido por el jefe del Gabinete Ministerial, Eduardo Arana, en un movimiento habitual en este tipo de visitas oficiales. La decisión, además, lleva firma de la propia presidenta Dina Boluarte, del jefe del Gabinete y del ministro de Defensa, dejando en claro que la presencia peruana en la celebración será en carácter oficial y en representación del Estado peruano.

Este gesto se presenta en un contexto de fricciones diplomáticas latentes. La negativa de Bolivia a invitar oficialmente a la Presidenta Boluarte ha sido interpretada como una señal de tensión en las relaciones bilaterales, que en los últimos meses se han visto marcadas por declaraciones polémicas y acusaciones mutuas. La presidenta peruana, en su último mensaje a la Nación durante las festividades patrias, calificó a Bolivia como un “estado fallido”, lo que ha profundizado el ambiente de incertidumbre entre ambos países.

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A pesar de ello, el viaje del ministro de Defensa busca proyectar un mensaje de buena voluntad y cooperación, teniendo en cuenta los vínculos históricos y culturales que unen a ambas naciones vecinas. La decisión de enviar a Astudillo en lugar de a la mandataria refleja, además, el delicado equilibrio político y diplomático que atraviesan los gobiernos de Bolivia y Perú en estos momentos.

El acto conmemorativo en Sucre culminará con diferentes eventos institucionales, que buscan recordar los 200 años de independencia y afirmar la solidaridad entre los pueblos latinoamericanos. Sin embargo, la ausencia de la Presidenta Boluarte en estos eventos resulta un símbolo de las dificultades recientes en las relaciones diplomáticas y en la percepción mutua entre ambos países.