Atentado en Trujillo deja 11 heridos y daños en 30 viviendas; detienen a tres sospechosos

La ciudad de Trujillo despertó con una nueva ola de violencia, una potente detonación en la cuadra 7 de la calle Lizarzaburu, a la altura del parque Perpetuo Socorro y a pocos pasos del Centro Histórico, dejó un paisaje de destrozos y alerta generalizada. Según vecinos y autoridades, la explosión afectó de manera significativa varias viviendas y provocó daños que se extienden a colonias aledañas.

Una vez ocurrida la detonación, personal de la Policía Nacional del Perú (PNP) y unidades de emergencia del SAMU se movilizaron al lugar. El jefe de los Bomberos en la región, el comandante Luis Roncal, confirmó que treinta casas resultaron afectadas, de las cuales al menos dos quedaron inhabitables. En la evaluación preliminar, 11 personas recibieron atención médica en el lugar y un menor de 17 años fue trasladado a un centro de salud por un cortopunzante en la planta de los pies, resultado de esquirlas y caídas durante la huida del estallido.

El subgerente de Defensa Civil local, Wilfredo Agustín Díaz, detalló que los vidrios de las viviendas colindantes quedaron completamente destruidos por la onda expansiva, subrayando la magnitud del daño estructural en la zona. Por el momento, la investigación apunta a determinar la naturaleza del artefacto y posibles vínculos con actividades delictivas, ya que los primeros indicios señalan que el inmueble más afectado podría pertenecer a una persona vinculada a operaciones mineras en la provincia de Pataz.

La Policía informó la detención de tres presuntos implicados en el atentado: Nilton Isaías Ravello Ramos (19), alias “Negro”; Everet Emilio Quintero Monasterios (32), alias “Chamo”; y Fabrizio Manuel Leitón Gutiérrez (22), alias “Pelado”. Los sospechosos serían parte de una organización criminal local, con versión inicial de que Ravello y Quintero trataron de huir tras la detonación, momento en que fueron capturados. En la investigación se incautó una motocicleta vinculada al hecho.

Con la continuación de las diligencias, la Divincri Trujillo logró la captura de Leitón Gutiérrez, quien habría contratado a los otros dos para colocar el artefacto explosivo. Las autoridades mantienen la hipótesis de que el ataque podría estar relacionado con dinámicas de extorsión o enfrentamientos entre facciones, pero señalan que aún no hay pruebas concluyentes.

Varios residentes manifestaron su consternación ante la magnitud de los daños y la sensación de inseguridad que se ha instalado en distintos sectores de la ciudad. “Estamos en un descontrol total. Mañana no sabemos qué podría pasar. Pedimos mayor seguridad y una unión entre autoridades y vecinos para recuperar la tranquilidad”, declaró una vecina a La República. El episodio recordó incidentes ocurridos recientemente, como el atentado del 14 de agosto en la avenida Perú, que dejó un saldo similar de miedo entre la población.

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Las autoridades trabajan para reconstruir la secuencia de eventos y determinar el tipo de explosivo utilizado, con apoyo de la Policía de Criminalística y la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX). Los primeros indicios apuntan a un material de alta potencia, resistente al agua y con detonadores mecánicos, características propias de explosivos utilizados en minería. A la par, se exploran líneas de investigación que contemplan extorsión, disputas entre bandas y posibles motivaciones económicas.

La comunidad espera respuestas claras y medidas contundentes para evitar que este tipo de ataques se repitan. Las autoridades reiteran su compromiso con la seguridad y la investigación, y aseguran que seguirán trabajando para esclarecer el caso y brindar apoyo a las familias afectadas.