Arana denuncia ataques verbales contra Dina Boluarte y llama a un periodismo más responsable

Eduardo Arana alerta contra la violencia verbal en la escena pública de la política peruana. En una conferencia de prensa, el jefe del Consejo de Ministros afirmó que la presidenta Dina Boluarte es objeto de descalificaciones y calificativos “deleznables” por parte de algunos programas periodísticos y podcasts. Según su lectura, estos mensajes no sólo buscan descalificar a la persona, sino que socavan la dignidad de la máxima autoridad del Poder Ejecutivo.

Durante su intervención, Arana recalcó que la crítica es bienvenida, siempre que se ejerza con responsabilidad y respeto. “No podemos permitir la violencia verbal que se ejerza en contra de la señora Dina Boluarte”, sostuvo, añadiendo que el fenómeno podría responder a sesgos de género o a un sesgo de origen. “No sé si esto lo hacen porque es mujer o por su origen andino y creen que no se puede defender, pero esto es un ataque a la persona, no un ataque a la investidura”, afirmó el primer ministro.

El primer ministro enfatizó que este tipo de mensajes representa un “ejercicio inadecuado de la comunicación” y resaltó la necesidad de que el país mantenga una postura firme frente a toda forma de agresión verbal. En sus palabras, todo acto de violencia verbal debe ser proscrito, de la misma manera en que la violencia física contra una mujer está perseguida y penada. Subrayó que la violencia verbal configura una forma de ejercicio comunicativo inadecuado hacia una dama que encarna la investidura más alta del país.

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A lo largo de la intervención, Arana dejó claro que el Gobierno está dispuesto al debate público y a la crítica, pero solicitó responsabilidad y respeto. Llamó a los medios de comunicación y a los conductores de programas a evitar expresiones ofensivas o discriminatorias contra las autoridades. En su visión, la función periodística debe centrarse en la exposición de ideas y en el contraste de argumentos, más que en ataques personales. “El periodismo debe propiciar, ante los demás y la opinión pública, el intercambio de ideas y el desarrollo de estas controversias”, concluyó el primer ministro.

El ministro dejó abierta la posibilidad de mecanismos de diálogo para la mejora de la convivencia mediática, sosteniendo que la crítica debe ser constructiva y orientada a la información verificada. En suma, su mensaje apunta a una pauta de respeto y responsabilidad que, según él, fortalecería la calidad del debate público y la confianza en las instituciones.