Apariencia cambiante, prueba permanente: tatuajes traen a la captura de Erick Moreno Hernández.
- owenvalencia20
- 25 sept
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En una operación coordinada entre fuerzas de seguridad de Perú y Paraguay, Erick Moreno Hernández, conocido como “El Monstruo” y cabecilla de la organización criminal “Los Injertos del Cono Norte”, fue detenido en San Lorenzo, Paraguay. A pesar de múltiples modificaciones físicas para evadir la justicia, la investigación logró confirmar su identidad a partir de tatuajes permanentes que lo vincularon de manera inequívoca con los expedientes policiales.
Durante el periodo de su fuga, Moreno Hernández buscó desdibujar su identidad a través de cambios visibles en su aspecto: cabello más largo, barba crecida y un aumento de peso notable. Sin embargo, las huellas permanentes dejaron de ser inquietud para la justicia: los tatuajes, que habían sido documentados en expedientes anteriores, resultaron ser la pista definitiva para identificar al cabecilla de la organización.
Las autoridades describen una estrategia de disfraz constante por parte del fugitivo, con variaciones en su peinado y en su fisonomía que iban desde un cabello corto y rizado en intentos anteriores de captura, hasta un look más recio en la última etapa. Aun así, el rostro quedó parcialmente cubierto por cambios superficiales, mientras las señales en la piel se mantuvieron como un marcador confiable ante las cámaras y las comparaciones forenses.

El general Marco Conde, jefe de la Dirincri, destacó la labor de la policía en una investigación que exige paciencia y coordinación: “Él creía que podría pasar desapercibido; sin embargo, nuestras pesquisas siguieron pisando sus pasos”. Según las autoridades, Moreno Hernández ya había empleado variantes estéticas en ocasiones previas, lo que subraya la necesidad de una coordinación interinstitucional para lograr el reconocimiento final.




