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Amenazas de extorsión obligan a suspender la presencialidad en colegio de San Juan de Lurigancho

  • owenvalencia20
  • 25 ago
  • 2 Min. de lectura
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La comunidad educativa del colegio Rayitos de Sol, ubicado en la zona de Mariátegui, en San Juan de Lurigancho, vive una coyuntura de alta tensión por amenazas de extorsión que afectan directamente la seguridad del plantel y el desarrollo de sus actividades. Los mensajes intimidatorios comenzaron a registrarse hace aproximadamente dos semanas y, ante la gravedad de los hechos, la dirección institucional decidió suspender temporalmente las clases presenciales para evitar posibles represalias, tal como lo denunciaron diversos padres ante Canal N.


Según los testimonios recopilados por la comunidad educativa, la directora del establecimiento ha sido el blanco principal de las comunicaciones extorsivas. Uno de los mensajes deja entrever la magnitud de la intimidación: “Ya tenemos ubicados a toda la familia y conocemos todos sus movimientos. Si en menos de dos horas no tengo respuesta, verán mis acciones”. La severidad de este tipo de amenazas ha generado una preocupación palpable entre docentes, estudiantes y sus familias, especialmente por tratarse de un centro con 76 menores de inicial y primaria.


Ante el temor por la seguridad de los alumnos, la dirección optó por retornar a la modalidad de enseñanza virtual como medida temporal. No obstante, la mayoría de los padres expresaron que no cuentan con la infraestructura tecnológica suficiente para garantizar la continuidad educativa desde casa. “Tenemos niños de inicial; un bebé no podrá conectarse a clases virtuales”, afirmó una madre de familia, subrayando las limitaciones que implica la transición.


Los padres insistieron en que el aprendizaje a distancia no ofrece las mismas condiciones que las clases presenciales, sobre todo para menores de edad, y mencionaron que la modalidad dificulta la situación de quienes deben trabajar y, al mismo tiempo, cuidar de otros niños.

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En medio de la inquietud, los padres solicitaron un patrullaje constante en los alrededores del colegio. Señalaron que la comisaría de 10 de Octubre no brindarían la cobertura suficiente y que la presencia del serenazgo se ha reducido a momentáneas intervenciones cuando hay presencia de los medios de comunicación. La dirección educativa y la comunidad, por su parte, continúan evaluando medidas de seguridad complementarias para garantizar un retorno seguro cuando las condiciones lo permitan.


La situación continúa en desarrollo, con autoridades locales y el consejo de padres buscando un equilibrio entre la seguridad y la continuidad educativa de los 76 estudiantes del plantel.

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