Alianzas en plena reconfiguración: el plan de Castillo para el Senado y la Cámara con vínculos familiares.
- owenvalencia20
- 18 ago
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El impulso de Pedro Castillo tras su salida de la escena presidencial parece dirigido a reconstruir una presencia política sólida, ahora desde el Parlamento. Tras la vacancia y su traslado al penal de Barbadillo, el profesor ha mostrado señales claras: rodearse de personas en las que confía y que podrían acompañarlo en una nueva apuesta por el poder, pero esta vez con un formato legislativo.
Según lo informado, Roberto Sánchez, presidente de Juntos por el Perú (JP) y exministro de Comercio Exterior, emergió como figura clave en la reconfiguración de alianzas. En medio de un clima político marcado por tensiones y dinámicas de coalición, Sánchez ha trabajado para tender puentes con organizaciones de izquierda de Lima y del sur andino, buscando un entendimiento que fortalezca una bancada con influencia castillista.
El acuerdo estratégico, alcanzado alrededor del 2 de agosto, apunta a un entendimiento entre el proyecto de Castillo y JP con miras al 2026. Entre las condiciones discutidas aparece la posibilidad de conformar una bancada donde converjan la presencia de Castillo en el Senado y la participación de familiares o allegados en la Cámara Baja. Aunque algunos involucrados no son militantes formales de TCP (Todo con el Pueblo), el pacto reconoce la viabilidad de candidaturas vinculadas al círculo castillista, siempre dentro de los límites legales y de inscripción partidaria.

La interpretación de expertos electorales señala que Castillo podría aspirar a un escaño en el Senado, en calidad de invitado de JP, sujeto a posibles inhabilitaciones o a la resolución de denuncias constitucionales en trámite. En paralelo, la posibilidad de que familiares directos formen parte de la lista de JP dependería de criterios regulatorios y de la inscripción formal de TCP ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). En este marco, se mencionan nombres que, desde la esfera cercana al expresidente, podrían jugar un rol destacable.
Entre los posibles nombres que emergen para una “bancada castillista” se citan la hermana de Castillo, Irma Castillo Terrones, como secretaria nacional de la Mujer en TCP, y el sobrino Cledin Vásquez Castillo, quien ocupa la Secretaría Nacional de Relaciones Internacionales en el partido. Asimismo, se mencionaría a Fray Vásquez, vinculado a investigaciones en el marco del caso Puente Tarata y a la figura del “Gabinete en la Sombra”. Completaría la lista Gian Marco Castillo, hijo de José Mercedes Castillo, hermano mayor de Pedro, quien ha sido señalado como figura clave en operaciones cercanas a Sarratea y a la movilización de nombramientos y contratos estatales desde una estructura cercana a Breña.
El análisis de José Tello, experto electoral consultado por el medio, indica que, si bien la inscripción de TCP está en curso, la bancada con presencia casting podría depender de la aceptación de invitados y de la voluntad de consolidar una lista conjunta que respete los límites legales del 20% de integrantes invitados en una lista de JP. En ese sentido, la conversación entre Castillo y sus potenciales aliados podría centrarse en equilibrar lealtades, confianza y capacidad de negociación, sin perder de vista el marco institucional y las eventuales responsabilidades ante denuncias o investigaciones en curso.

En el marco de estas negociaciones, la pregunta clave es cuán viable resulta estructurar una bancada que combine el caudal de apoyo de JP con las aspiraciones de Castillo y su círculo, manteniendo la coherencia programática y el liderazgo político que, según sus cercanos, podría facilitar un regreso al centro de la escena pública a través del Senado y la Cámara de Diputados. En el horizonte, el objetivo de 2026 aparece como motor de negociación, incertidumbre y, para algunos analistas, un realineamiento político que podría redefinir el mapa de alianzas en el país.




