10 muertes en 24 horas desatan el pánico en Lima y Callao.

La violencia en Lima y Callao ha alcanzado niveles alarmantes, marcando un oscuro récordEl ciclo de homicidios parece no tener fin, especialmente cuando fuertes ecos de extorsiones y sicariato se han convertido en el pan de cada día en la capital peruana. En menos de 24 horas, diez personas fueron asesinadas, lo que ha desatado la preocupación entre la población.

El primer asesinato se registró la noche del viernes, minutos antes de las 10:00 p.m., en Miraflores. Un empresario fue atacado a balazos mientras se encontraba dentro de su camioneta, en el cruce de la avenida José Toribio Polo y Francisco Alayza y Paz Soldán. "Los delincuentes dispararon en reiteradas ocasiones antes de huir corriendo", informó testigos del suceso. Este violento ataque dejó también como saldo un suboficial de la Policía herido de gravedad, quien trabajaba como escolta del fiscal Rafael Vela.

Poco después, a las 11:00 p.m., otro ataque cobró la vida de un padre y su hijo, quienes se dedicaban al servicio de colectivo. Sicarios a bordo de dos motocicletas los acribillaron cerca del Mall del Sur, en San Juan de Miraflores. Las víctimas, Richard Cardoso de 32 años y su padre Randy Cardoso, ambos venezolanos, fueron hallados sin vida en la vía pública. "No se entiende cómo ocurrió esto, era un día normal", expresó un vecino que presenció el hecho.

A medida que la noche avanzaba, se registró otro crimen en Ventanilla, donde un mototaxista fue asesinado en la avenida Jamaica. El asesino se hizo pasar como pasajero, una táctica que se ha vuelto común entre los delincuentes. El horror continuó en Huaycán, donde dos hombres fueron acribillados en un bar; la balacera dejó tres heridos más, incluido un oficial de policía que intentaba capturar a los atacantes.

Entre tanto, la tragedia golpeó nuevamente a Deysi Ross Are Castillo, quien fue asesinada a plena luz del día mientras caminaba cerca del paradero conocido como 'Chaperito', en Carabayllo. El impacto de esta nueva pérdida es devastador, pues como ella misma relató: "Mi esposo fue asesinado delante de mis hijos hace menos de un año". Las circunstancias sombrías de su vida han dejado a sus hijos sin padres y llenos de incertidumbre.

Un poco más tarde, en Chorrillos, un hombre que ofrecía seguridad a un camión repartidor fue baleado al resistirse a un robo. Su cuerpo quedó tendido en la vía pública, otro recordatorio sombrío de la ineficacia de las autoridades. "La Policía llega tarde, y los criminales siempre logran escapar", comentó un testigo que presenció el acontecimiento.

Finalmente, en un doble ataque en Ventanilla, dos venezolanos murieron acribillados en la avenida La Playa, justo al lado del concurrido mercado La Cachina. "Los más de 25 casquillos regados revelan la crueldad de estos ataques", manifestó un comerciante que se encontraba en el lugar.

La situación en Lima y Callao es crítica. La población enfrenta un miedo constante, mientras las fuerzas de seguridad quedan impotentes ante un fenómeno que parece desbordar todos los límites.